Un Barça muy gris pierde el liderato en la fiesta rojiblanca

La decisión del Atlético de Madrid de abrir el Vicente Calderón para acoger el duelo clave ante el Barça le salió redonda al equipo rojiblanco. 13.935 personas acudieron en masa a la llamada de un equipo que derrotó a un Barça desdibujado y que acaba el año 2016 en lo más alto de la clasificación de la Liga Iberdrola. Tal fue el éxito de público y tanta la sorpresa de la organización que hubo gente que no terminó de entrar al estadio rojiblanco hasta bien entrada la primera parte.

Se repitió la historia

Igual que sucedió en los dos últimos duelos entre los dos equipos, el Atlético le ganó la partida al conjunto de Xavi Llorens y lo hizo gracias a un inicio arrollador en el que las protagonistas fueron, para más inri, dos futbolistas con pasado azulgrana: Marta Corredera y la pichichi del campeonato Sonia Bermúdez.

La extremo catalana, recién llegada hace unas semanas del Arsenal inglés, anotó el primero para el Atlético en el minuto 26 al aprovechar un pase de Sonia Bermúdez. Una futbolista, la madrileña, que colocó el 2-0 en el marcador en el minuto 38 con un potente disparo desde la frontal que hizo inútil la estirada de Sandra Paños.

Con la necesidad de meterse en el partido, el Barça reaccionó en la segunda parte y empezó a hacer todo lo que no había conseguido en la primera mitad: acercarse a la portería de Lola Gallardo con peligro a través de un juego mucho más fluído. 

En una de esas llegadas llegó el tanto que volvió a darle emoción al partido. Andressa Alves, que ocupó de inicio un lugar en la delantera azulgrana –Xavi Llorens volvió a plantear el mismo equipo que solo pudo empatar en la jornada anterior con el Valencia-, redujo diferencias con un cabezazo preciso a centro de Marta Torrejón y dio esperanzas al Barça.

Sin embargo, ese arreón que se produjo en los minutos posteriores no encontró premio y el Atlético supo resistir bien. Más aún, después de que el triple cambio que hizo el equipo azulgrana en el minuto 73 de partido volviera a desconectar a un Barça que terminó cediendo el liderato con su primera derrota de la temporada. Una decepción que llega en el último partido del año pero que debe servir para que el equipo reaccione. El próximo partido, ante el Levante en enero, debe marcar el camino a seguir.