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FC Barcelona: Un modelo de plantilla anti-Mendes

La receta del éxito blaugrana en la última década tiene múltiples ingredientes, pero uno de ellos llama la atención: los poderosos agentes que dirigen las carreras deportivas de los astros no pisan los despachos de Can Barça

Los managers de la plantilla del FC Barcelona

Los managers de la plantilla del FC Barcelona / sport

Tomàs Andreu

La primera plantilla del Barça rompe esquemas dentro y fuera de los terrenos de juego. Quizás ahí radica uno de sus éxitos. El juego y los resultados saltan a la vista, y más tras las exhibiciones del Clásico frente al Madrid y contra la Roma en el Camp Nou, pero el modelo de gestión del vestuario del Camp Nou va mucho más allá de una simple hornada de grandes fichajes y productos de la cantera.

Uno de los detalles más curiosos tiene relación directa con el entramado empresarial futbolístico que en la actualidad rodea a los grandes cracks del planeta. A nadie escapa que que dentro del top ten del fútbol mundial el FC Barcelona posee en nómina a no menos de cuatro o cinco jugadores. Pues bien, ninguno de ellos pertenece a una de las cinco grandes agencias. Caso atípico donde los haya.

No se trata de una norma escrita, pero sí de una recomendación practicada desde hace tiempo. En la medida que sea posible, el Barça quiere trabajar el mercado sin ataduras, libre de favores y procurando ser fiel a aquellos agentes que siempre han figurado en la órbita blaugrana.

Dicho de otra manera, la antítesis, por ejemplo, del Real Madrid. Nada que ver con los modelos en los que las grandes agencias o magnates, como Jorge Mendes, tienen voz y voto a la hora de estructurar las plantillas, cuerpos técnicos e incluso decidir en su financiación.

En estos momentos, la primera plantilla blaugrana es un ejemplo de pluralidad. Salvo unos agentes puntuales, como OrobitgPere Guardiola o Ramon Sostresni una agencia puede presumir de tener atados a más de dos futbolistas que trabajan a las órdenes de Luis Enrique. En contraposición a este modelo, el Barça ha optado por incorporar a jugadores que en su mayoría están vinculados a asesores de perfil más discreto o vinculados a entornos en los que la familia tiene un peso específico, como el caso de Rakitic.

Decantarse por un modelo alejado de los grandes ‘tiburones’ de la representación no quiere decir que se practique una política de veto. Para no faltar a la verdad, en épocas no tan lejanas el Barça sí incorporó a futbolistas cuyos representantes eran ilustres magnates. Mendes, entre otros, asesoró a Thiago Motta, al igual que Mino Raiola fue la sombra de Zlatan Ibrahimovic. Operaciones que, por ahora, han quedado en el olvido.

Ninguna de las cinco grandes agencias tienen representación en el mejor equipo de fútbol de la última década. Los buenos resultados deportivos del Barça en lo que va de siglo han evitado que las distintas direcciones deportivas hayan recurrido al mercado agobiadas por las urgencias de resultados y necesitadas de un golpe de efecto. Prisas y disparates que casi siempre acaban llamando a las puertas de multinacionales con capacidad para suministrar paquete completo de fichajes, y su debida financiación.

El milagro de la cantera

En contrapartida, el modelo de cantera ofrece, de entrada, dos ventajas abismales. Los grandes fichajes solo llegan a cuentagotas, con tiempo para planificarlos y sin la necesidad de acudir forzosamente a los ‘tiburones’.

Las grandes promesas del fútbol base del Barça están asesoradas por agentes de ámbito más o menos local y con una cierta voluntad de prolongar la carrera del futbolista en el Camp Nou. Una filosofía que contrasta con el deseo de mover a los futbolistas con asiduidad forzando jugosos traspasos y comisiones.

En los últimos meses, sí es cierto que el aterrizaje de algunas de estas empresas y fondos de inversión en la cantera han generado algún que otro revuelo. Se trata de casos aislados que no se han propagado. El modelo sigue vigente y blindado. Una garantía de éxito a corto y medio plazo.