El Barcelona insistirá por Verratti y Paulinho

Al-Khelaifi no está dispuesto a desprenderse de su mejor jugador

Al-Khelaifi no está dispuesto a desprenderse de su mejor jugador / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

La apuesta era arriesgada, una estrategia agarrando todo lo que había sobre el tapete y haciendo un ‘all in’ al jugador. Toda la pasta encima de las casillas de Verratti y Paulinho. También se obró así con Bellerín, aunque en este caso acabaron retirando la apuesta en el último momento, conscientes de que no habría premio.

El Barça centró todos sus esfuerzos planificando una estrategia que ha sido un error, algo que reconocen y asumen de forma interna en el club. Lograron su primer objetivo, convencer a ambos jugadores de que acabarían vestidos de blaugrana si demostraban, con hechos y de palabra, que ese también era su deseo. Sin prever la reacción de quienes poseen los derechos federativos del italiano y el brasileño. Grave error. El Barça creyó que solo necesitaba el “sí quiero” de Verratti y Paulinho para convencer a PSG y Guangzhou de que nada podrían hacer para evitar su salida. 

Pero algo ha cambiado en el mundo del fútbol y la voluntad y los gestos de los futbolistas ya no es suficiente para romper un contrato. Sigue siendo así si al otro lado el rival es débil, pero no sirve si se trata de Al-Khelaifi o Xu Jiayin. “Así no”, debieron pensar. Y a millones no les gana nadie.

cambio de estrategia

Ni siquiera hubo portazo porque la puerta nunca estuvo abierta. El Barça entendió muy rápido el mensaje. A partir de ahí, había dos opciones: la primera se ejecutó con Héctor Bellerín, que acabó descartado antes de firmar a Semedo; la segunda, trazar otro plan. Este consiste en dejar pasar el tiempo para curar las heridas antes de volver a la carga. Pactado todo con los jugadores, no habrá más presiones públicas por parte de nadie y se moverá todo por los canales oficiales. El objetivo es rebajar los 40 millones que piden desde China por Paulinho, algo que no parece un disparate, y esperar movimientos por parte del PSG en el mercado. Si los parisinos logran reforzarse con algún jugador que pueda llenar el vacío que dejaría Verratti, el Barça lo entendería como una señal de que ha llegado el momento de volver a llamar a la puerta de Al-Khelaifi, esta vez pidiendo permiso antes de entrar. Y aún así, el italiano sigue siendo un fichaje muy complicado. No solo por el precio, sino tambien por la voluntad del PSG de crear un equipo campeón. El Barça no tirará la toalla hasta el final.