Terapia de goles

Una victoria terapéutica

Una victoria terapéutica / JAVI FERRÁNDIZ

Dídac Peyret

Dídac Peyret

"Cuando veo los antiguos partidos entre los Celtics y los Lakers no puedo dejar de notar la intensidad en el rostro de Larry y en el mío. No desconectábamos nunca. No podíamos permitírnoslo. ¿Podéis imaginaros lo que es tener enfrente a un jugador del calibre de Larry Bird presionándote noche tras noche? Es agotador”. Magic Johnson explicaba así, en el libro Cuando éramos los mejores (Contra)

También Bird reconocía un compulsivo interés en saber lo que hacía su némesis particular. “Lo primero que hago cada mañana es mirar las estadísticas de los últimos partidos para ver lo que hizo Magic. No me importa nada de lo demás”

Hay un denominador común en la historia de la mayoría de los grandes deportistas. Un enemigo íntimo. Un ansia (incontenible) de ser el mejor. Un adversario que contribuya a cimentar la leyenda. Para Messi ese personaje siempre ha sido Cristiano, un competidor compulsivo; un jugador con menos talento pero con una determinación asombrosa. 

Ambos manejan una autoridad incontestable en la Champions. Unos números goleadores rotundos. Ayer el ‘10’ sumó su décimo gol en esta liguilla y se quedó a uno de igualar el récord del portugués. Un capítulo más en la historia (interminable) de esta rivalidad. Seguro que habrá más. 

De momento, Messi no pierde vigencia. En su partido 549 con el Barça marcó su gol 93 en la Liga de Campeones. Con él arrancó la goleada ante un Borussia intimidado. Con él encontró soluciones un Barça que buscaba redención tras el Clásico y terminó logrando un triunfo tan intrascendente como terapéutico. 

Arda alza la voz

Mucho tuvo que ver un Arda Turan que acostumbra a reivindicarse cuando más aprietan las críticas. Sobre todo cuando juega de delantero. Ahí exhibe su mejor versión. Sin grandes responsabilidades defensivas. Con libertad para conducir el balón. Cerca de Messi. El turco marcó tres goles, pasó página a lo ocurrido ante el Madrid, y reivindicó su contribución a este Barça.

También alzó la voz Aleix Vidal, que hace días que trata de rebelarse contra el ostracismo. En la Copa fue el mejor del Barça. Ayer mezcló espléndidamente con Denis en la banda derecha. “Ha jugado espectacular”, le concedió Luis Enrique.

No le exigió mucho un  Borussia Mönchengladbach pusilánime, incapaz de encontrar respuestas ante el Barça. En el conjunto de Luis Enrique jugaron los seis fichajes.

También Alcácer, que se quedó de nuevo sin marcar y sigue pareciendo un extraño en el sistema Barça. Lo intentó el ariete una y otra vez e incluso asistió a Turan en uno de los goles. Pero el ex del Valencia necesita ver portería para desbloquearse. 

Jugaron los seis fichajes de este curso en una noche plácida

No es el caso de André Gomes, que sigue dejando algunas de sus mejores actuaciones como mediocentro contra pronóstico. En general todos fueron buenos noticias en el Camp Nou.

Volvió el Barça con Iniesta en el once. Volvió a ganar el Barça tras tres partidos. Y cerró el conjunto azulgrana una primera fase casi inmaculada con cinco victorias y una sola derrota. Con 20 goles a favor y solo cuatro en contra. 

Un balance convincente tras una noche liviana. Muy terapéutica tras el ruido del clásico que, seguro, contribuirá a pasar página y que el Barcelona vuelva a ser reconocible.