El FC Barcelona acabó con el gafe de Anoeta

David Salinas

David Salinas

Lo consiguió. El FC Barcelona terminó con el gafe en Anoeta después de ocho partidos sin conocer la victoria en feudo donostiarra. Ganó 0-1 gracias a un gol de Neymar, de penalti, en el minuto 21 en un partido muy trabado, con poco fútbol.

Lo avanzó Luis Enrique en la previa: "Cada día estamos más cerca de ganar en Anoeta". Y ese día ha sido hoy, jueves 19 de enero de 2017. El FC Barcelona, con esta victoria, se acerca a las semifinales a falta del partido de vuelta, a celebrar en el Camp Nou el próximo jueves 26 (21.15 h). El vigente campeón de Copa sigue en carrera y amargó la Tamborrada a la hinchada donostiarra.

Salida en tromba de la Real

La Real Sociedad salió en tromba. Fue tal el empuje con el que arrancó el equipo de Eusebio Sacristán que a los 38 segundos ya pidió penalti de Piqué ante Willian José. Sin embargo, el desmayo del brasileño no alcanzó para confundir al árbitro.

El partido siguió siendo del equipo local, muy intenso en la presión alta para crear dudas en la zaga azulgrana. Así siguió hasta el minuto cinco, cuando el Barça logró estirarse por vez primera para forzar un saque de esquina y, a partir de ahí, merodear sin precisión por las inmediaciones de Rulli.

Avisos de Oyarzabal y Neymar

Un disparo de Oyarzabal en el minuto 11 desde fuera del área (alto) volvió a poner en alerta al conjunto catalán, que respondió de inmediato con otro de Neymar (raso) que detuvo el guardameta local.

El choque, progresivamente, fue desequilibrándose a favor del FC Barcelona, que fue aumentando su juego de toque y asociativo para desactivar a la Real Sociedad, que no conseguía divisar el marco de Cillessen.

Neymar, de penalti, abre la lata

En el minuto 20, un avance de Neymar por la izquierda fue cortado por Aritz Elustondo con una patada sobre el brasileño dentro del área. El contacto fue claro y el árbitro no dudó. Penalti. Neymar, después de hablar con Messi, se hizo con el balón y ejecutó la pena máxima como la última, ante el Athletic: pasitos pequeños, paradinha mágica, mirada fija al portero y derechazo a la red.

El equipo donostiarra, aupado por su afición, que lo protestaba todo, jugó con mayor verticalidad, aunque no creó muchos problemas al Barça. Eso sí, se acercó en el minuto 35 (disparo de Carlos Vela que paró Cillessen sin problemas) y en el 37 (disparo de Illarramendi que Umtiti cedió a córner).

Messi, doblemente castigado

El Barça, a lo suyo, combinando, con paciencia, no dio más opciones a su rival. Tampoco se acercó con claridad... Y es que la Real, a base de faltas, frenó todas las incursiones del equipo azulgrana. Quedó impune un balonazo de Raúl Navas a Messi cuando el argentino estaba en el suelo, un claro derribo de Aritz Elustondo a Neymar, un agarrón de Yuri Berchiche al hombro de Messi...

Y, como suele ocurrir en estos casos, fue Messi el que se llevó la tarjeta. El argentino se demoró en la puesta en juego del balón (seguía protestando el agarrón con el que Yuri Berchiche había frenado su carrera) y acabó siendo amonestado. Y el calentón le duró finalizado el primer tiempo al seguir pidiendo explicaciones al árbitro. Los empujones, agarrones y faltas que sufrió no merecieron el castigo de la tarjeta para el juez. Su enojo, sí.

André Gomes por Iniesta

El segundo tiempo empezó con un cambio. El capitán del FC Barcelona, Andrés Iniesta, se quedó en la caseta, con molestias físicas, y en su lugar entró André Gomes. El Barça siguió siendo amo del balón y continuó presionando de forma muy efectiva, impidiendo cualquier transición del equipo realista. Sí la pudo hacer Neymar tras el lanzamiento rápido de una falta, pero el brasileño falló en el último control...

El partido, al mismo tiempo, no tardó en trabarse. Ambos equipos lo protestaron todo. Cualquier caída, cualquier acción dudosa... Se pidieron manos de Digne (minuto 54) cuando el galo interceptó un disparo con el cuerpo y se pidió la segund amarilla y la expulsión de Messi por no respetar la distancia cuando la Real iba a ejecutar una falta lateral. Por pedir...

Yuri rozó el empate

En el minuto 62, cuando más apretó la Real, pudo llegar el empate. Lo rozó Yuri Berchiche con un disparo raso y cruzado que se perdió por la izquierda de Cillessen. Mientras, el juego siguió ensuciándose. Nervios, faltas, caídas... Interrupciones que beneficiaron más al Barça, con ventaja en el marcador, que al equipo local.

Un Barça reservón

El equipo azulgrana cedió la alternativa a la Real, aunque no dejó que se acercara con peligro presionando a partir del medio campo. Se reservó solo para alguna salida a la contra, dosificando el esfuerzo consciente de que la próxima semana le aguardaba el partido de vuelta en el Camp Nou. Luis Enrique dio entrada a Denis Suárez por Rakitic para mantener el esférico, un déficit del equipo en el segundo tiempo, sin el concurso de Iniesta.

Degoteo de minutos

El partido fue terminando con más polémica que ocasiones, más protestas que fútbol. Se pidió amarilla para Illarramendi por una zancadilla a Messi sobre la frontal. También se pidió amarilla (y expulsión) de Neymar por poner la bota en el rostro de Aritz Elustondo en una pelea  por el balón). Al Barça no le duró el balón y acabó con cierta sensación de sufrimiento, aunque sin peligro real. Solo un cabezazo de Illarramendi en el minuto 90 tuvo marchamo de gol.

Al final, 0-1. El Barça fue un equipo muy sólido, especialmente en la zona ancha y en defensa. En ataque, solo destellos, pero suficientes para ganar y meter un pie en semifinales. El peor, el árbitro, que debió sacar a pasear las tarjetas con más facilidad.