El equipo regresa al Camp Nou tras su 'semana trágica'

El Barça se juega su honor

El Barça ha perdido tres partidos consecutivos lejos de su estadio que le han dejado fuera de la Champions, casi KO en la Liga y sin título de Copa. El equipo de Martino regresa hoy al Camp Nou con poco a ganar y mucho a perder

Los jugadores del Barça deben reaccionar

Los jugadores del Barça deben reaccionar / sport

Lluis Mascaró

El Barça regresa esta noche al Camp Nou (21.00) para jugar un partido en el que no tiene casi nada a ganar y muchísimo a perder. Después de su particular 'semana trágica', en la que el equipo de Martino se ha quedado fuera de la Champions (eliminado por el Atlético tras perder 1-0 en el Calderón), sin opciones en la Liga (tras perder 1-0 en Granada) y sin título de Copa (derrota en la final por el Madrid por 1-2), el conjunto blaugrana se juega su honor ante el Athletic. Su honor y la paz institucional: otra derrota podría desatar la ira de los socios y aficionados culés y desencadenar la primera 'pañolada' en muchos años...

Esta generación de futbolistas, que ha conquistado éxitos irrepetibles, deberá esforzarse en los últimos cinco encuentros que quedan de Liga (Athletic, Villarreal, Getafe, Elche y Atlético) para mantener su dignidad profesional. No será fácil motivarse cuando el objetivo es, simplemente, evitar el ridículo. Pero hay que hacerlo. Hay que hacerlo, sobre todo, por prestigio. Por el recuerdo de un equipo que ha brindado a todo el barcelonismo los años más brillantes de su historia. Y por amor propio. Jugadores como Xavi, Iniesta, Messi, Busquets... no pueden cerrar su ciclo triunfal de forma avergonzante.

La triste trayectoria de Tata Martino en el Barça (ayer el técnico argentino  reflexionaba sobre ello y aseguraba que "no puedo sentirme satisfecho de mi trabajo") se clausura con estos cinco partidos, en los que nadie disfrutará. Serán cinco partidos psicológicamente duros, en los que todos estarán más pendientes del futuro que del presente. La mayoría de los futbolistas, pensando en el cercano Mundial de Brasil. Otros, en su próximo equipo. Y el técnico, en recoger los enseres de su despacho y despedirse de una ciudad, de un club club y de una afición que él nunca ha llegado a entender.

Queda un mes de competición que se hará larguísimo, eterno. Sin nada por lo que luchar, sin más alicientes que la victoria por la victoria, el barcelonismo ya sueña en una profunda renovación de una plantilla agotada por el paso de los años y la acumulación de títulos. Un barcelonismo que sueña con un nuevo entrenador que sepa rescatar al vestuario de la decadencia y con nuevos futbolistas que impriman carácter e ilusiones renovadas a un equipo que ahora está agonizando. Ganar hoy al Athletic no cambiará la visión que tienen los socios y la afición de este fin de ciclo. Pero permitirá evitar desastres mayores...