El Barça de fútbol playa remonta un 4-1 y gana el Mundialito

Los azulgrana han dado una lección de pundonor, dando la vuelta a un marcador que se había puesto imposible para acabar llevándose el cetro mundial en medio de un terrible ambiente en contra.

Los miles de aficionados locales ya dejaron claro a los azulgrana que hoy iban a tener que luchar contra mucho más que un equipo sobre la arena de Rio de Janeiro. Hacia el final del primer periodo, el Vasco da Gama no tardó se sumó a su propia fiesta, con el primero de los tantos de Bokinha. Ese tanto daría paso a los mejores minutos de los cariocas, que ampliaron la ventaja y, pese al gol de Datinha, lograrían golpear dos veces más hasta llevar el marcador al 4-1.

Llorenç logró acortar distancias, y encendió el ánimo de un Barça que estaba muy contra las cuerdas. Dar por vencido a un equipo con tantísima calidad como el conjunto azulgrana, sea cual sea el marcador, es un craso error, como así demostraron los jugadores capitaneados por Ramiro Amarelle en un tercer periodo de auténtico ensueño. Llorenç, nuevamente, y Bruno Xavier, ex jugador de Vasco da Gama, igualarían la contienda.

Los esfuerzos que habían hecho uno y otro equipo se fueron dejando notar a medida que el tercer periodo llegaba a su fin. Las defesas se tensaron incluso más, y las ocasiones se espaciaron más y más en el tiempo. El marcador no volvería a moverse durante ese periodo, ni tampoco lo haría en la prórroga, en la que Datinha pudo haber dado la rúbrica al partido.

Sólo quedaba una manera de deshacer el empate: la tanda de penales. Ahí, el conjunto azulgrana estuvo infalible. Llorenç y Ozu, nombrado mejor jugador del torneo, no fallaron, y tras la gran parada de Totohia en el tercer y último lanzamiento de Vasco, Datinha daría el título mundial de fútbol playa a los blaugrana con un certero disparo.