El Barça activa el 'modo Champions' para tumbar al Inter

Huérfano de Messi, el Barça se puso las pilas para tumbar al Inter de Milán en una gran actuación colectiva, culminada por los goles de Rafinha, en la primera parte, y de Jordi Alba, en el tramo final del partido. La Champions enciende al Barça, que ha jugado en Europa sus tres mejores partidos del curso, ante el PSV, el Tottenham y el Inter. 

El Barça funcionó como un reloj en el plano colectivo: fue un equipo solidario y completo, fiable en defensa y fértil en ataque. Su victoria ante el Inter de Milán le consolida como líder del grupo B, con tres victorias en tres jornadas, y alivia la ausencia de Messi en vísperas del clásico. 

Ernesto Valverde resolvió la ecuación de la ausencia de Messi con una alineación sorpresa, apostando por Rafinha como tercer delantero, en detrimento de Dembélé, y el brasileño le respondió a la perfección. Comprometido y trabajador, supo leer el partido y moverse por el frente de ataque, una posición en la que no suele actuar, con desparpajo y naturalidad, presionando la salida de balón del Inter y jugando tanto por dentro como por fuera. 

No fue la única buena noticia que ofreció el Barça sin Messi: en su intento de aliviar la ausencia del ‘10’, el equipo dio un paso adelante y funcionó como un bloque. El Barça más coral de la temporada mostró una actitud irreprochable desde el arranque hasta el minuto 90, multiplicándose en la presión sin balón y combinando con la pelota, jugando más al pie que al espacio pero triangulando como en sus mejores días. Además, el equipo por fin dejó su portería a cero pese a los peligros del Inter en ataque. 

Arthur sigue creciendo

Tras unos minutos de tanteo inicial, en los que el Inter amenazó con jugar de tú a tú (la línea defensiva muy adelantada, con Icardi y Perisic mordiendo a la zaga azulgrana), el Barça adelantó líneas: empezó a dominar el partido y a jugar en campo rival, con Arthur perfectamente encajado en el engranaje del centro del campo y buscando la profundidad de Alba y la visión de Coutinho por el costado izquierdo.  Fue precisamente el brasileño el encargado de firmar el primer disparo del Barça, un chut de rosca en el minuto 12 que salió desviado. 

El Inter se refugió en la cueva, pero sin renunciar a nada: su delantero centro, Mauro Icardi, es uno de esos jugadores capaces de agitar el partido por su cuenta y sin necesidad de intervenir en el juego. A punto estuvo en dos ocasiones de darle un disgusto a Ter Stegen, primero anticipándose a Piqué y luego, superando en el cuerpo a cuerpo a Lenglet, pero le falló la puntería.

Rafinha, el premio del gol

El Barça no se dejó amedrentar: compacto y responsable, el equipo de Valverde encontró premio a la media hora de juego, en una internada de Rafinha por el eje central. El brasileño encontró a Suárez abriendo el campo por la derecha, abrió el juego y el uruguayo le devolvió un pase preciso, milimétrico entre los centrales, que Rafinha aprovechó para batir a Handanovic.

Apenas lo celebró, sobrio como de costumbre, recordando que el año pasado jugó cedido en el Inter, y eso que Rafinha no marcaba con el Barça desde febrero de 2017.

Sustos en el inicio de la segunda parte

El Barça mantuvo el tono competitivo durante toda la primera parte, obligando al Inter a defenderse. En la reanudación,  el conjunto italiano arrancó enchufado, dispuesto a presionar muy arriba para exprimir sus opciones de puntuar en el Camp Nou: Politano, sustituto de Candreva en el descanso, estuvo a punto de sorprender a Ter Stegen con un centro chut y con un potente disparo desde la medular, tras una pérdida inocente de Arthur. 

El Barça necesitaba respirar a través del balón: con o sin Messi, el equipo azulgrana vive de la pelota. En cuanto la recuperó, volvió a ser reconocible, para desgracia del Inter. Apareció entonces Luis Suárez, que estuvo a punto de sentenciar con una excelente jugada (dos recortes y un disparo que detuvo Handanovic).

También fue el uruguayo quien dejó un balón en el área del Inter, franco para el remate de Lenglet, aunque el francés chutó contra el muñeco cuando lo tenía todo a favor para marcar.

El Barça vuelve a gobernar el partido

Fueron dos acciones que sirvieron para que el Barça retomase el control del juego: Arthur guardó la posesión desde el centro del campo y Suárez se movió por todo el frente de ataque para convertirse en la referencia ofensiva del Barça. Incluso al contragolpe, cuando Coutinho estrelló un balón en el larguero de Handanovic después de una gran transición del equipo. 

Valverde refrescó al equipo con la entrada de Semedo (por Rafinha, agotado por su falta de ritmo) y de Arturo Vidal, que suplió a Arthur en un cambio criticado por la grada del Camp Nou, ya enamorado del '8' brasileño, pero receloso ante las quejas del chileno por no tener más minutos.  

la sentencia, obra de Jordi Alba

El Barça supo mantener el tono competitivo hasta el final y sin renunciar a la portería rival: tuvo oportunidades para marcar, y fue Jordi Alba quien embocó a falta de cinco minutos para el final, tras una conducción de Arturo Vidal y un pase filtrado por Rakitic.

El lateral zurdo, que firmó un excelente partido, remató entre D'Ambrosio y Skriniar para sentenciar el partido y reforzar al Barça en el liderato