Revolución azulgrana

Barça: 162 millones para la quinta Champions

La plantilla de Luis Enrique ha sufrido un vuelco más que notable respecto al bloque del Tata que decepcionó a final de la pasada campaña

El club afronta una temporada con una inversión económica récord en su historia

El club afronta una temporada con una inversión económica récord en su historia / sport

Tomàs Andreu

La plana mayor de la junta y la dirección deportiva aseguraron a la finalización de la pasada temporada que el Barça estaba en disposición de afrontar una notable remodelación en su primera plantilla. Unos y otros hicieron todos los esfuerzos posibles para no pronunciar la palabra revolución. El continuismo del proyecto era incuestionable y solo se hacían precisos unos retoques en el vestuario. Al final, visto lo visto hasta el día de hoy, Bartomeu y Zubi no pueden ocultar que han liderado el golpe de timón deportivo más radical de las últimas temporadas. Y es que un total de nueve incorporaciones y una inversión de 162 millones de euros es algo más que un mero reajuste en el equipo.

El Barça 2014-15 presenta un cúmulo de caras nuevas que abarcan todos los frentes. Luis Enrique contará con un mayor fondo de armario, una importante dosis de juventud, la dosis de experiencia necesaria para facilitar los procesos de adaptación y, como no podía ser menos, la guinda que todo pastel necesita en forma de estrella pagada a precio de crack. Por supuesto, se trata de Luis Suárez.

Bartomeu, Zubizarreta y el vicepresidente Faus se hartaron de anunciar que el club no escatimaría recursos económicos para reestructurar una plantilla que había ofrecido síntomas inequívocos de agotamiento físico y mental. Analizados los movimientos del mercado, es justo reconocer que los tres han cumplido lo prometido. Los 162 millones que se han exigido para firmar a los nueve flamantes fichajes hacen justicia al compromiso adquirido.

La batalla por recuperar el nivel competitivo perdido y la exigencia de pelear por la quinta Champions blaugrana han requerido de un esfuerzo inaudito hasta la fecha. La junta no solo ha vaciado las arcas sino que ha exprimido el período de fichajes como jamás se había visto. Con Ter Stegen atado desde hacía meses y Douglas recién aterrizado en Can Barça, las taquillas del Camp Nou han sido testigo de un trajín muy poco habitual en los últimos años.

El Barça ha acudido al mercado para apuntalar la plantilla con cracks, futbolistas de ‘clase media’, alguna que otra apuesta sorprendente y una inyección de juventud capaces de agitar un vestuario necesitado de aire nuevo en todas sus líneas.

Salvo golpes de efecto inesperados en las próximas 48 horas, la dirección deportiva bajará el telón del mercado veraniego con nueve refuerzos para la primera plantilla. Es indudable que el capitulo de salidas se ha saldado con mayor éxito y que la amenaza de no poder fichar en el futuro inmediato ha alterado el guión previsto hace solo unos meses. La cuestión es que de la fotografía de vestuario liderada por el Tata Martino al actual proyecto deportivo encabezado por Luis Enrique media casi un abismo. Nueve rostros diferentes y 162 millones de euros de por medio avalan un esfuerzo brutal en un intento por recuperar la hegemonía futbolística europea. La quinta Champions League espera en Berlín y el Barça quiere estar en condiciones de pelear de igual a igual con el resto de clubs punteros del Viejo Continente.