Atlético de Madrid - Barça: como una final

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Simeone y Luis Enrique vuelven esta noche a verse las caras / sport

Toni Frieros

Toni Frieros

Es la final anticipada de la Copa del Rey, pero es un duelo que no concede título alguno, solo poder aspirar a conquistarlo en el último peldaño. La empresa para el FC Barcelona es mayúscula e histórica, y también maravillosa, porque tiene al alcance de sus manos abrazarla por tercer año consecutivo. Sería una muesca más en el sólido palmarés de Luis Enrique y de la mayoría de sus pupilos. Nadie lo consigue desde que el Barça del mítico Kubala, precisamente el Barça, lo hiciera en los años 51, 52 y 53. Ha llovido...

Pero no vendamos la piel del oso antes de cazarlo. Queda un mundo. Superar al Atlético de Madrid es uno de los retos más difíciles que puede afrontar un equipo de fútbol hoy en día. Seguramente uno de los rivales más competitivos y duros de roer de todo el mundo. Por mucho que ahora no ande del todo bien en la Liga...

Último precedente. El Atlético, además, que en los últimos tiempos, en términos absolutos, se le ha dado muy bien al Barça, fue el equipo que eliminó a los azulgranas de la Champions League la temporada pasada. 

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Unos cuartos de final marcados por la polémica decisión del colegiado italiano <strong>Nicola Rizzoli</strong>, que no quiso ver un clarísimo penalty que hizo <strong>Gabi</strong> ya en el tiempo añadido. Un penalty que, de haberse señalado, le hubiera dado al Barça la oportunidad de ir a la prórroga. Sin embargo, lo que  más lamentaron los barcelonistas, así como Luis Enrique y los jugadores, fue la falta de gol que tuvo el equipo aquella noche.

Algo que no es nada habitual, que el Barça se quede sin marcar un gol, sea en el escenario que sea y ante el rival que haya delante. Por eso, ayer, en la rueda de prensa de <strong>Luis Enrique</strong>, éste hizo un enunciado que sonó, no solamente a declaración de intenciones, sobre todo a un manual de supervivencia: “Tenemos claro cual es el objetivo; todo pasa por marcar un gol”.

Así es, ni más ni menos. Esta vez el partido de vuelta es en el Camp Nou, no como en la última Champions, donde el Barça no pudo hacer valer el 2-1 de la ida. 

Marcar, marcar y marcar. Y si puede ser, ganar, ganar y ganar. El equipo viene de tropezar en Sevilla ante el Betis y necesita reencontrarse a sí mismo porque se avecinan partidos de órdago: Athletic, otra vez Atlético y pronto el PSG en Champions. 

El equipo quiere volver a conquistar el triplete. Solo hay un camino: demostrarlo.