FC Barcelona

Así vivió Vermaelen su calvario

El defensa del FC Barcelona ha optado por trabajar en silencio ante cada dificultad que ha tenido, desde las lesiones a la añoranza que sentía cuando se marchó con 15 años a Amsterdam

Dídac Peyret

La humildad y el trabajo discreto han marcado la carrera de <strong>Thomas Vermaelen</strong>. Unas virtudes que aprendió de pequeño viendo a su padre reparando tuberías, grifos y haciendo todo tipo de remiendos de sol a sol.

Vermaelen creció en un entorno alejado de los lujos del fútbol de élite y que han conformado su personalidad. Ser hijo de un fontanero le marcó y su padre continúa siendo una referencia para él ya que mantiene su propia empresa en Bélgica y no ha querido vivir de los réditos de Thomas. La cultura del esfuerzo siempre le ha acompañado hasta llevarlo al éxito.

Vermaelen no llamó la atención por tener actitudes desbocadas. Al contrario, era un chico tímido, tranquilo que soñaba con ser portero. Su vida alejada del ruido cambió a los 15 años cuando el Ajax se fijó en el espigado central que jugaba en el Germinal Ekeren.

Fue un cambio duro para el futbolista. En aquel momento prefirió callar. La ilusión por irse a Amsterdam se diluyó a los pocos días de estar en Holanda. Vermaelen echaba mucho de menos a su familia, pero sabía que no podía renunciar a una oportunidad tan relevante.

No le quedaba otra que llorar en silencio, resistir y tratar de llegar al fútbol profesional. Su familia nunca se enteró del mal trago que estaba pasando. No exteriorizó su añoranza. Una filosofía que ha mantenido de mayor. Ni en sus peores momentos lesionado se ha quejado. La compasión no entra en su forma de entender la vida.

En el Ajax fue progresando hasta que le llegó la hora de debutar en el primer equipo... de la mano del jugador que siempre fue su espejo. Ronald Koeman era una referencia para Vermaelen. Su colocación, contundencia y nítida salida del balón le llamaban la atención, así como su notable capacidad goleadora, pese a ser un defensa.

La casualidad quiso que el héroe de Wembley fuera su entrenador y le permitiera debutar en la máxima categoría el 15 de febrero de 2004 ante el Volendam. Los caminos de Koeman y Vermaelen, sin embargo, se separaron pronto. Ronald fue destituido diez días después de la estrena del belga tras una eliminación europea frente al Auxerre. ç

Las discrepancias entre el director deportivo, Louis van Gaal, y Koeman eran irreparables y el técnico fue fulminado. Van Gaal solo continuaría en el Ajax hasta final de temporada, mientras Vermaelen era cedido al RKC Waalkwijk en búsqueda de minutos.

Su regreso la temporada siguiente al Ajax significó su explosión de la mano de Danny Blind y se mantuvo como intocable con el resto de entrenadores del equipo, Ten Cate, Adrie KosterVan Basten Van’t Schip en las siguientes temporadas, hasta que el Arsenal le llamó en 2010. Puso unos 15 millones de euros sobre la mesa y se lo llevó, pese al enojo del que tenía que ser su nuevo entrenador, Martin Jol.

Arsène Wenger había recibido buenos informes en los que apuntaban que Vermaelen era un defensa “fuerte, agresivo, con buena salida de balón, que va bien por arriba y un buen desplazamiento”. Unas cualidades que se añadieron a otros rasgos de su personalidad como que era un chico “serio y muy disciplinado” y se recomendaba encarecidamente su contratación.

El informe se quedó corto al lado del rendimiento espectacular que dio en pocos días como ‘gunner’. Marcó cuatro goles en nueve partidos y fue bautizado como ‘Verminator’, un apodo que a Vermaelen, por cierto, le encanta.

Uno de los jugadores que se fijaba mucho en él era Ignasi Miquel. El defensa canterano, actualmente en la Ponferradina, jugaba en las categorías inferiores del Arsenal y veía en Vermaelen “a un futbolista de los que sacan las castañas del fuego.

Era tímido, calmado, callado, pero a la vez amable y muy respetuoso. En el campo se transformaba y era muy agresivo”. De sus características de juego apunta la habilidad que tenía “para sacar balones imposibles, siempre estaba en el momento correcto”.

Vermaelen dio un salto cuando fue nombrado capitán y Miquel recuerda cómo asumió la responsabilidad y “que hablaba con la gente, para tenernos a todos despiertos para el partido”. Thomas había compartido mucho tiempo antes con Cesc Fàbregas, una de sus personas más próximas en el vestuario, así como Van Persie.

Ya fuera del campo, Vermaelen es una persona de hábitos simples. En Londres le gustaba desconectar paseando por el parque, con Hampstead Heath como su zona favorita. Otro de sus hobbies era desplazarse a los rincones de moda de la City para comer. Eso sí, cuidando al máximo su alimentación. Su profesionalidad es extrema. 

Cuando tuvo su primer hijo, dormía en una habitación separada para poder descansar bien antes de los entrenamientos. Otro ejemplo es que prácticamente no descansó este verano para llegar a la pretemporada en buena condición. Su tiempo libre lo dedicó a alguno de sus hobbies, como es jugar al golf o montar en bicicleta. Un verano que le ha servido para arrancar a tope y haber demostrado que es un futbolistas que puede aportar mucho al FC Barcelona.