FC BARCELONA

Así no se puede ganar la Liga

Gerard Piqué puso el dedo en la llaga: "Así no se puede ganar la Liga". Y es que el FC Barcelona ha perdido ya 12 puntos y, lo que es peor, ha renunciado a su estilo

El Barça de Luis Enrique ya ha perdido 12 puntos en 13 jornadas de Liga

El Barça de Luis Enrique ya ha perdido 12 puntos en 13 jornadas de Liga / sport

Lluís Mascaró

Gerard Piqué acabó el partido de Anoeta tocado. Física y moralmente. Con el tobillo hinchado por un nuevo golpe. Pero más dolorido por los dos puntos perdidos y, sobre todo, por la imagen ofrecida por el equipo. "Así es difícil ganar la Liga", reconoció el central blaugrana nada más acabar el encuentro, a pie de campo. E insistió, especialmente, en la falta de actitud: "Nos han creado problemas por el juego, pero sobre todo por la actitud. En la primera parte el equipo no estaba".

La dura autocrítica de Piqué, que no gustó demasiado a Luis Enrique ("Es peligroso decir las cosas en caliente, cuando aún estás en el campo, porque no es del todo acertado"), refleja la realidad de un FC Barcelona que ha empezado muy mal la temporada. De hecho, éste es el peor inicio de la <strong>'era Luis Enrique'</strong>: los blaugrana ya han perdido 12 puntos en 13 jornadas, el doble que la pasada campaña y cuatro más que en el primer año del técnico asturiano. Hace diez años que el Barça no empezaba tan mal la Liga, desde la campaña 2007-2008, la última de Rijkaard.

EL CAMP NOU YA NO ES UN FORTÍN

Gran parte de este pésimo inicio se debe a que el Camp Nou ya no es un estadio inexpugnable. Al contrario. El Barça ha dejado escapar hasta 7 puntos de 18 posibles en sus partidos de casa, con dos empates (1-1 ante el Atlético y 0-0 ante el Málaga) y una derrota (1-2 contra el Alavés). El Barça sólo ha ganado 3 partidos de 6 en el Camp Nou: 6-2 al Betis, 4-0 al Deportivo y 1-0 al Granada. Es el peor registro desde la campaña 2003-2004.

Tampoco en sus desplazamientos le han ido mucho mejor las cosas, pues el conjunto de Luis Enrique ha cedido 5 puntos de 21, con un empate (el 1-1 del apsado domingo contra la Real Sociedad) y una dolorosa derrota (4-1 ante el Celta). Aunque ha ganado en campos tan difíciles como el del Athletic, el del Sevilla y el del Valencia.

LA RENUNCIA AL ESTILO Y LAS BAJAS

Pero más allá de las estadísticas, está el juego. Y las sensaciones. El Barça ha sido incapaz de jugar un buen partido completo. Solo hemos visto la mejor versión del conjunto blaugrana en pequeñas dosis, como en la segunda parte en el campo del Sevilla. El principal problema es la renuncia al estilo. El FC Barcelona ha dejado de ser un equipo que juega con las líneas muy juntas, que presiona en ataque y que recupera rápidamente el balón en defensa. Ha perdido el control de los partidos y depende, excesivamente, del tridente y, sobre todo, de Messi.

Especialmente dolorosas resultan las estadísticas de Anoeta, donde la Real Sociedad ganó en todo al Barça. De hecho, parecía que la Real Sociedad era el Barça y el Barça un equipo cualquiera.

Una de las razones de la inconsistencia del Barça podría estar en las constantes rotaciones a las que Luis Enrique ha sometido al equipo. Algunas voluntarias y otras obligadas por las múltiples lesiones que ha tenido la plantilla. La baja que más se nota en estos momentos es la de Iniesta, el futbolista que da criterio al centro del campo blaugrana. El canterano se ha perdido los últimos seis partidos (cuatro de Liga) y podría reaparecer, por fin, el próximo sábado ante el Real Madrid.

EL CLÁSICO, MÁS DECISIVO QUE NUNCA

El clásico, precisamente, será decisivo para el futuro del FC Barcelona en la Liga. Aunque solo se ha disputado una tercera parte de la competición, una derrota ante el Madrid en el Camp Nou dejaría KO a los blaugranas, que se quedarían a 9 puntos de los blancos. Una diferencia abismal para luchar por el título. Aunque estos partidos siempre son especiales y hay que esperar que el Barça recupere su mejor versión y logre una victoria que le colocaría a solo 3 puntos del líder y, especialmente, le haría recuperar la moral perdida.