Pésimo arbitraje del madrileño, que se trago tres penaltis

Así fue el atraco de Velasco Carballo al Barça

Tres penaltis sin señalar y la rigurosa expulsión de Piqué: cuatro motivos más que demuestran que el equipo también deberá luchar contra los árbitros

Redacción

Pep Guardiola había comentado en la previa del partido que si el Barça no es el líder de la Liga, no es por una cuestión arbitral: pero pasan las jornadas y los árbitros parecen empeñados en llevarle la contraria. Anoche, frente al Sporting de Gijón, el equipo blaugrana vivió otro capítulo de su desencuentro con los árbitros.

Era un partido complicado en lo táctico, por el planteamiento conservador de Javier Clemente y porque el Sporting se estiró en la segunda parte, pero el madrileño Velasco Carballo se empecinó en que fuera también un partido polémico. No solo por la expulsión de Gerard Piqué en el primer minuto de la segunda parte, en una acción muy protestada por el central catalán, sino porque dejó sin señalar tres penaltis a favor del Barça: el primero, de Gálvez por una carga a Dani Alves en la que el defensa del Sporting sacó el brazo en una acción que bien podría haber terminado desde los once metros.

Media hora después, en un córner, Botía se desentendió del balón para empujar a Keita cuando el balón sobrevaloraba el área de Juan Pablo. El jugador mali se fue al suelo y sus compañeros reclamaron penalti. También Guardiola, que desde la banda hizo gestos muy expresivos, repitiendo la acción de Botía para recordárselo al árbitro. Y quizá la acción más clara, ya en la segunda parte, cuando en una acumulación de jugadores en el área, Nacho Cases despejó el balón, literalmente con la mano y desde el suelo.

Su decisión más discutida, sin embargo, fue la expulsión de Piqué cuando comenzaba la segunda parte. De las Cuevas había logrado rebañar un balón en la frontal del área de Valdés y Piqué acudió al corte. Fue un balón dividido, pero Velasco no dudó en señalar la acción como falta y, al interpretar que era una “ocasión manifiesta de gol”, tal y como señaló en el acta, expulsó a Piqué. Xavi tuvo que calmar al central, que protestaba enérgicamente la decisión del colegiado.

Será Velasco Carballo el árbitro que represente al arbitraje español en la próxima Eurocopa, pero el colegiado madrileño, que entró en el arbitraje de la mano de su amigo Rubinos Pérez, no está teniendo una temporada demasiado afortunada, al menos en los partidos que ha dirigido al Barça. Además, ante el Sporting, Velasco volvió a amonestar con cartulina amarilla a Pep Guardiola (los árbitros pueden trasladar directamente la tarjeta al acta, sin necesidad de enseñarla en el campo), algo que ya se está convirtiendo en un clásico. También en Pamplona, en la última derrota del Barça, el árbitro `enseñó¿ la tarjeta amarilla a Guardiola. Durante el partido de ayer, el árbitro se cruzó el campo en un par de ocasiones para pedir al técnico del Barça que se calmase y que no protestase, después del penalti de Botía a Keita, y ya en el final del partido, cuando el Barça ya había encarrilado el resultado.

El colegiado madrileño, que hace pocos meses abandonó su trabajo como ingeniero en la empresa Fluor para dedicarse en exclusiva al arbitraje, admitía en una entrevista concedida a la revista `Panenka¿ que siempre revisa a fondo los partidos que arbitra para detectar errores. “Pero me espero tres o cuatro días porque si es reciente tengo excusas para todo y me autoprotejo, me cuesta más reconocer mis errores. Lo hago para descontaminarme. Me apunto las situaciones, tarjetas, todas mis anotaciones, acciones de mala colocación y luego paso el partido al ordenador y hago clips de vídeo que vemos antes del siguiente partido con mis compañeros”, explicaba.

También confesaba que maneja “un fichero Excel con recordatorios, donde anoto cuatro o cinco apartados que necesito mejorar: gesto más erguido, movimientos durante las jugadas. Y lo último que hago antes de salir al terreno de juego es leerme esta hoja con lo que he detectado que debo mejorar o afianzar”.