Así se fraguó la traición de los Neymar

Los Neymar fraguaron la huida del Barça hace meses

Los Neymar fraguaron la huida del Barça hace meses / sport

Joaquim Piera

La hombría que a Neymar Jr. se le presupone dentro del campo no la ha tenido fuera de él. Ni él, ni mucho menos su padre. La ‘dupla’ ha intoxicado y nunca ha ido de cara en su esperpéntica salida de Can Barça y se han ganado a pulso un lugar en los anales más sórdidos de la historia del club.

Neymar&Neymar se dedicaron a mentir y alimentar un juego esquizofrénico que llevó al desquicio al club y al barcelonismo. Durante meses urdieron su salida de Barcelona y, aprovecharon las vacaciones de final de temporada para redactar y supervisar todos los contratos con el PSG, incluyendo el de patrocinio por un valor de 300 millones de euros hasta el Mundial 2022 de Qatar.

Neymar ha dejado el Barça habiendo traicionado incluso a aquellos integrantes del club que siempre lo defendieron a capa y espada y estuvieron a su lado, desde que en 2011 se empezó a fraguar su desembarque en el Camp Nou.

En junio, el director de fútbol, Raül Sanllehí, estuvo en Sao Paulo para participar de un evento benéfico del Instituto Neymar. Volvió a Barcelona horas antes de la verbena de Sant Joan sin el más mínimo indicio de lo que se avecinaba. Eso sí, aprovechó el viaje para cerrar la cesión de Vitinho al filial y acelerar las incorporaciones de Philippe Coutinho Paulinho.

Una semana después, en la boda de Leo Messi en Rosario, Ney, que llegó y se fue  en su jet privado acompañado con Dani Alves, no dijo ni pío a sus colegas de vestuario que se piraba.

LA ALERTA DE CURY

A inicios de julio, André Cury, miembro de la secretaría técnica en Sudamérica, alertó al club que había movimientos extraños en el entorno del astro. Y no fue precisamente informado por Neymar padre e hijo, con el que cuál mantenía una estrecha relación profesional y de amistad desde hacía más de 6 años. Algo olía mal, muy mal.

El presidente, Josep Maria Bartomeu, fue informado de lo que ocurría. El club se movilizó para otro verano movido. Ya había know how con lo sucedido en el verano de 2015 con el United y, el año anterior, con el propio PSG. La imposibilidad de pagar la cláusula de rescisión sin incumplir el Fair Play financiero de la UEFA daba margen de maniobra al Barça para reconducir la situación. Eso era lo que se creía.

Fueron André Cury y Raül Sanllehí, los dos ejecutivos con más llegada con Neymar y su familia, quienes primero entraron en acción. La diferencia, esta vez, era que hubo intercambio de papeles: por primera vez, Neymar Junior asumió el de poli malo, el que quería irse, y Senior, el de poli bueno que apostaba por la continuidad.

Cuando, el lunes 17 de julio, Albert Masnou destapó en SPORT que Neymar estaba “incómodo”, el brasileño ya tenía los dos pies en el PSG, por mucho que repitiera el mantra que estaba pensando lo que hacer.

Dani Alves, siempre espontáneo, desveló este sábado lo que era un secreto a voces. Su ida al PSG, que se formalizó el 12 de julio, fue un expreso deseo de Neymar. SPORT puede afirmar que también pidió al club de Qatar Sports Investments (QSI) la incorporación de Philippe Coutinho.

Neymar, y su padre alimentaron, la esperanza a la junta directiva, a la secretaría técnica, al cuerpo técnico y a la plantilla que había posibilidades reales de quedarse. A posteriori, se ha visto que todo era una camama. Desde Josep Maria Bartomeu hasta Leo Messi se movilizaron para intentar reconducir la situación en la gira de los Estados Unidos, donde se vivió una montaña rusa de sentimientos contradictorios. También lo hizo externos al club como Álvaro Costa, ejecutivo de Nike, que intentó hacer recapacitar al brasileño. Raül SanllehíAndré Cury (llamado de urgencia a los EEUU) y Robert Fernández martillearon día y noche a los Neymar.

El jugador llegó a llorar copiosamente en una reunión Miami, en que los interlocutores blaugranas le tocaron la fibra, recordándole todo lo que el club había hecho para ficharle y retenerlo los últimos años.

REUNIONES CON SUS COMPAÑEROS

Leo Messi, Luis Suárez, y principalmente, Gerard Piqué fueron sus tres colegas de vestuarios que más hablaron con Ney. Tras una charla con Leo, el brasileño llegó a decir que se quedaba, que es lo que el departamento de comunicación del club hizo llegar a los medios de comunicación. El “sí” de Neymar es lo que animó a Piqué a publicar el ya célebre “Se queda”. No era al bueno de Gerard al quien le tocaba dar la noticia, pero hizo lo que hizo porque se creyó a su compañero.

Pasaban los días y nada se desencallaba. Antes de terminar la gira, el Barça ya lo dio por perdido. El enfado monumental de Josep Maria Bartomeu, que habló reiteradas veces con Neymar y su padre, ejemplificaba el sentimiento de quien estuvo en la gira.

El 31 de julio, Neymar tenía que recibir los 26 millones de euros de la prima de renovación de un contrato que se disponían a romper unilateralmente, pagando la cláusula de los 222 millones de euros.  El club dijo basta.

Fue el CEO, Óscar Grau, quien depositó el valor en un notario. El Barça tomó la decisión armado moralmente por el hecho que Neymar padre pidió, un año atrás, poder anticipar en un solo pago una prima que sería dividida hasta 2021.

Y con un Barça que decidió jugar al ataque, ‘o pai do craque’ sí que reaccionó. Y de qué manera. Pataleó, entró en cólera y, cuando le tocaron el bolsillo, perdió los papeles. Incluso llamó a un ejecutivo del club a quien insultó gravemente.

Después quiso reescribir la historia diciendo en la cadena COPE que fue el no pago del bonus lo que hizo decidir a su hijo y a él irse al PSG. Como si la preparación de los contratos con valores superiores a 480 millones de euros limpios se redactasen en dos días. Como dicen en Brasil “me engana que eu gosto”.