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Así convirtió Luis Enrique a Sergi Roberto en lateral

Sergi Roberto ha sido una de las grandes sorpresas del inicio de temporada del Barça gracias a su perfecta adaptación a una posición nueva para él

Sergi Roberto, un comodín para Luis Enrique

Sergi Roberto, un comodín para Luis Enrique / sport

Ivan San Antonio

Luis Enrique, sentando en la sala de prensa del Camp Nou, minutos después de <strong>superar al Málaga (1-0)</strong> en la segunda jornada de Liga, dijo: “Si un socio ve hoy por vez primera a Sergi Roberto diría: 'este tío es lateral de toda la vida'. Es muy inteligente”. Y apuntilló con lo siguiente: “Solo un jugador de una capacidad intelectual muy alta puede jugar a ese nivel de lateral como lo ha hecho Sergi Roberto”.

Todo elogios y ni un solo reproche. Luis Enrique tenía motivos, seguramente es la persona que más motivos tiene, para estar muy contento del rendimiento de Sergi Roberto en esa nueva posición para él. Pero su reconversión no ha sido de un día para el otro, sino que ha necesitado de trabajo en los entrenamientos a nivel táctico y de charlas con las que el técnico le ha mostrado siempre la más absoluta confianza en sus posibilidades.

Luis Enrique fue un futbolista polivalente que podía combinar posiciones tan diversas como la de delantero centro y lateral. Sin embargo, era en el centro del campo donde más explotaba sus virtudes. De ahí que empezara a dar vueltas a la posibilidad de resituar a Sergi Roberto en defensa, al que veía condiciones para esa posición.

La primera vez que se lo dijo al jugador fue al final de la pasada temporada, antes de iniciar las vacaciones. Fue entonces cuando le comentó que, durante la próxima pretemporada, haría de lateral, que tendría minutos y que sería el comodín que necesitaba para dar descanso a Dani Alves. 

El técnico no solo se lo comentó al jugador, sino que también habló con altas instancias en el club. Desde esas mismas fuentes aseguran que esta temporada “jugará la mitad de los partidos de lateral”. No se trata de algo circunstancial, sino una planificación llevada a cabo por Luis Enrique con el objetivo de contar con un lateral diestro de garantías que permita dosificar al brasileño Alves, titular indiscutible hasta la fecha y sin oposición alguna en la plantilla.

El verano no fue sencillo para Sergi RobertoLa primera reacción del futbolista no fue positiva. Pensó que se trataba de un paso atrás en su crecimiento, en un freno a su progresión. Con cierta lógica viendo su participación la última temporada, expresó sus dudas a su entorno. No solo por no haber jugado nunca ahí, sino también por considerar que se estaba convirtiendo en “el último mono”.

De ser interior, a probar en la posición de pivote y, poco después, seguir atrasando su encaje en el equipo como lateral. Y además el club había <strong>fichado a Arda Turan</strong>. Veía el futuro de blaugrana muy negro. De ahí que quisiera marcharse y aceptar alguna de las buenas ofertas que tuvo este verano. Sobre todo procedentes de la <strong>Premier League</strong>

Pero Luis Enrique hizo que cambiara de opinión. Ya en pretemporada volvió a insistir en que estaba convencido de sus posibilidades. Trabajó con él a conciencia durante los entrenamientos, asegurándole que podía aportar al equipo amplitud, mucha profundidad y una inteligencia táctica incluso superior a la de Dani Alves. También valora su nivel técnico, que le permite asociarse sin problemas y sacar buenos centros. “Jugarás”, le dijo Luis Enrique. “De momento tira como lateral”, añadió. Y cumplió con su palabra. 

La primera vez que situó a Sergi Roberto en esa posición fue en Florencia. Apareció en el once inicial como lateral derecho, una novedad que causó sorpresa en el análisis inmediato del entorno blaugrana. El de Reus jugó los noventa minutos y cumplió. Era su primera toma de contacto en un partido serio, pese a ser un amistoso. El <strong>Barça perdió 2-1</strong>, pero ninguno de los goles llegó por su banda. Era solo la primera prueba de Luis Enrique. Lo mejor estaba por llegar. 

Ocurrió en San Mamés. El <strong>infortunio de Dani Alves en forma de lesión</strong> acabó convirtiéndose la posibilidad que el técnico asturiano llevaba esperando desde hacía meses. No se lo pensó y cambió al brasileño por Sergi Roberto. <strong>El canterano bordó un partido enorme en San Mamés</strong>, tanto a nivel defensivo como ofensivo. “Ya te lo decía”, le recordó Luis Enrique tras el partidazo. Y algo parecido ocurrió en el primer encuentro de Liga en el Camp Nou, ante el Málaga. El sustituto de Alves volvió a ser el de Reus, esta vez como titular. Volvió a responder a lo grande. 

Tácticamente responsable, técnicamente perfecto, defensivamente inteligente y preparado ya mentalmente para asumir su nuevo rol, Sergi Roberto se ha convertido, gracias al trabajo de visturí del técnico blaugrana, en una alternativa, sino la primera, para la posición de lateral derecho.

Y, pese a ello, las dudas lógicas de todo futbolista persisten: ¿qué pasará cuando, en enero, pueda jugar Aleix Vidal? La respuesta, como casi siempre, la vuelve a poner Luis Enrique sin casarse con nadie: “Jugará el que se lo merezca”.