FC BARCELONA

Andrés Ramírez: "Con Helenio Herrera volábamos"

Andrés Ramírez, a quien Helenio Herrera bautizó como 'Keegan' para motivarlo, recordó el homenaje que el FC Barcelona hizo a Quini cuando fue secuestrado

La última vez que Ramírez estuvo en Barcelona fue con ocasión del homenaje a los campeones de la Recopa 1982, en 2007. En la imagen se abraza al exjugador Estella

La última vez que Ramírez estuvo en Barcelona fue con ocasión del homenaje a los campeones de la Recopa 1982, en 2007. En la imagen se abraza al exjugador Estella / sport

David Salinas

El pasado 8 de marzo se cumplieron 35 años de ese Atlético-Barça de Liga con Ramírez luciendo el 14.

Antes se jugaba con una única numeración, del 1 al 11. Salir con el 14 fue nuestra respuesta al secuestro de Quini. Un modesto homenaje. Era el primer partido sin el Brujo que, por cierto, estaba en una racha impresionante.

Llamaron la atención.

Sí. Con esa acción respetamos su nombre y su sitio en el equipo. Ese día jugamos sin dorsal 9.

¿Cómo llegó usted al Barça?

Estaba haciendo la mili en San Fernando y jugaba en el equipo del cuartel, de donde pasé al club de La Isla. El Barça, que hacía un tiempo que me seguía, me fichó. Sabía que me habían espiado.

Y se fue para Barcelona…

Sí. Todo fue muy rápido. Horas antes de partir se presentó el presidente del Sevilla, pero no me convenció. “Me voy”, le dije. Aunque viniera el equipo de la tierra decidí irme a lo mejor que podía depararme el futuro.

Firmó por tres años.

Sí, pero tuve que terminar la mili y después me cedieron al Recreativo, en Primera. Estuve bajo las órdenes de Eusebio Ríos. Un técnico que me marcó. Después coincidí con él en el Valladolid y el Murcia.

Pero llegó de una forma poco convencional…

Estaba en el Valladolid, en Segunda. Un miércoles (abril 1980) jugamos la ida de los cuartos de Copa en Zorrilla contra el Atlético y el domingo debuté con el Barça en el Camp Nou, en Liga, contra el Atlético. Salí en el equipo titular. Ganamos 1-0 con gol de Rexach y asistencia mía.

Qué cosas…

Me reclamó H.H. 

Llegó en un momento en el que el equipo no andaba fino.

Sí, pero no perdimos ningún partido hasta final de temporada y nos clasificamos para la UEFA.

¿Qué recuerda de H.H.?

Ya era mayor cuando lo tuve en el Barça, entrenábamos poco, la verdad, pero los domingos volábamos. Era un gran psicólogo.

A usted lo bautizó ‘Keegan’.

Lo hizo para motivarme. Además, ambos teníamos el pelo rizado, tirábamos paredes, regateábamos… Para mí fue un halago. Keegan era un fenómeno en aquellos tiempos.

También trabajó con Kubala, otra vez H.H. y Lattek.

Sí. Con Kubala coincidimos muy poco y con H.H. ganamos la Copa del Rey en 1981. Con Lattek, la Recopa en 1982, pero jugué poco. Había un gran equipo: Simonsen, Quini, Carrasco, Schuster… ¿Cómo ibas a quitar a esa gente? Si jugaban otros es porque lo hacían bien.

Usted siempre tenía el balón pegado al pie…

Ja, ja, ja… Era habilidoso, rápido, vertical. Iba a portería, nunca al córner. Iba al encuentro del defensa. Un extremo a la vieja usanza. Nada de falso ‘9’ o falso no sé qué…

Y sufrió a los defensas...

Ya lo creo. Hasta el punto que lo dejé por las lesiones. Después del Barça pasé por el Zaragoza, Murcia, Oviedo y, al final, Benidorm, en Segunda B. Los jugadores habilidosos hoy están protegidos. Antes los castigaban y de qué manera.

¿Qué hizo después de colgar las botas?

Estuve en Umbro y me dediqué un tiempo a la restauración. Hasta que entré en el negocio de las piscinas, construcción y reparación.

Como jugador usted nunca fue de ‘tirarse a la piscina’...

Me tiraba poco. Iba directo al gol, como Messi.

¿Qué le parece el Barça actual?

Es un equipo con mucha confianza. La verdad es que no sé cuándo van a perder… Pep Guardiola armó un equipo que dejó huella, pero Luis Enrique lo está superando. Trabajo, sacrificio, calidad. Brutal. El número uno da la cara. Y el dos, y el tres, y el cuatro…

Acaba de salir del quirófano…

Sí, me han operado de tres hernias discales. Fue bien. Ahora estoy recuperándome.