FC BARCELONA

Amorebieta-Suárez firmaron la paz en el túnel de vestuario

El túnel de vestuario vio lo que El Molinón no vio: La paz entre Amorebieta y Suárez

Javier Giraldo

Cualquier aficionado al fútbol con un poco de memoria lo hubiera previsto: sobre el césped de El Molinón iba a producirse un auténtico choque de trenes, un pulso entre dos jugadores de sangre caliente que pelearían por cada balón, por cada metro cuadrado de campo como si les fuera la vida en ello. Y las previsiones no andaban desencaminadas: Suárez y Amorebieta, delantero centro del Barça y central del Sporting, se buscaron y se encontraron. 

Ganó la partida el uruguayo, porque marcó el primer gol del partido (precisamente aprovechando un error en la salida de balón del defensa vasco), pero Amorebieta no cedió ni un metro en su intensa manera de defender: acabó viendo una tarjeta amarilla en el tramo final del partido por una dura falta sobre Rafinha, pero en la primera parte ya se había jugado una amarilla por un codazo a destiempo a Neymar.

Suárez, mejor goleador de Europa de 2016, y Amorebieta se cruzaron una y otra vez, pero cuando el árbitro pitó el final del partido, aplicaron aquella máxima de ‘lo que ocurre en el campo se queda en el campo’. Ambos se fundieron en un emotivo abrazo, ya en las entrañas de El Molinón, alejados de las cámaras de televisón y de los fotógrafos, que sirvió para firmar la paz.

No era la primera vez que Amorebieta se veía las caras con Suárez: ambos se enfrentaron en la Premier League, concretamente en la temporada 2013-14, cuando el Liverpool de Suárez goleó al Fulham de Amorebieta (4-0). Fue un buen partido para el delantero uruguayo, que firmó los dos últimos goles de su equipo, y un día para olvidar del central, que marcó el primer gol del partido en propia puerta.

En sus enfrentamientos anteriores contra el Barça, Amorebieta ya había protagonizado duelos muy crudos con jugadores del equipo blaugrana: sin ir más lejos, el central forma parte de la explicación de que San Mamés siempre reciba de uñas a Iniesta, ya que en 2010 fue expulsado por una dura entrada al jugador manchego, cuando jugaba en el Athletic. El público de La Catedral interpretó que Iniesta le había puesto demasiado cuento y desde entonces, la toma con el jugador del Barça.

En El Molinón, Amorebieta también demostró que es un jugador de sangre caliente con Piqué: ambos se enzarzaron en varias discusiones a lo largo del partido, incluso frente al árbitro, pero el asunto tampoco pasó a mayores: la goleada del Barça diluyó los ánimos del Sporting, que se quedó con diez jugadores en el ecuador de la segunda parte por la expulsión de Lora.