Ambiente muy culé en las gradas

Partido extraño para el FC Barcelona porque es el primero que juega a las doce del mediodía esta temporada, una hora intempestiva para jugar al fútbol, al menos en España, aunque ya se sabe que el mercado chino tiene muchas cosas que decir al respecto. También extraño porque los jugadores han tenido que cambiar la rutina antes de los partidos: levantarse relativamente temprano, desayunar más fuerte que los días normales –en el menú había hasta pasta para recoger energías en forma de carbohidratos de carbono-, recibir las indicaciones técnicas, calentar y vestirse de corto.

s como ir a entrenar, pero a lo bestia, porque esperan 90 minutos de máxima intensidad. Y también extraño porque en las gradas solo impera un color: el blaugrana. Aunque uno no sabe muy bien distinguir el que pertenece a la afición del Levante o a la del Barcelona. Es cierto que en los aledaños del estado del Ciutat de Valencia se respiraba un ambiente muy culé. No en vano estamos ante el líder contra el colista: dos sensaciones encontradas donde las haya.