La afición sí puede convencer a Valdés

Tito Vilanova, antes de irse, intentó convencer a Víctor Valdés. No lo consiguió. También Andoni Zubizarreta buscó la manera de que rectificara. Sin suerte. Incluso la directiva, con el presidente Sandro Rosell a la cabeza, habló con él para que aceptara renovar. Ni caso. Sus compañeros le han apretado en el vestuario. Sin él no serán lo mismo. Pero Víctor ha tomado una decisión. Ante tanta negativa solo queda la vía emotiva para intentar que dé marcha atrás. Y ahí entra en juego la afición blaugrana, que aún no se ha pronunciado con la contundencia que merece la situación.

1. CADENA HUMANA DEL ESTADI HASTA SU CASA

Fue Jordi Évole quien lo propuso en Twitter. Y aprovechando que hay gente que aún no se ha quitado la segunda equipación del Barça desde el pasado 11 de septiembre, sería cuestión de pedir consejo a la ANC y montar una buena cadena humana que uniera el Camp Nou con su casa en Gavà. Habría que pedir permisos y tal, pero nada que no sea posible con una afición motivada y que sueñe con que su portero siga en el club. Además, podría aprovecharse el sistema ideado por los organizadores de la cadena de la Diada para no duplicar esfuerzos. Sería una gran metafora conectar el estadi blaugrana con su casa, algo así como decir que el nexo entre Valdés y el club no puede romperse tan fácilmente. Víctor bien merece el esfuerzo por parte de la afición. Son 18 kilómetros, así que solo serían necesarios unos 18.000 aficionados.

2. UN MONUMENTO EN EL CAMP NOU

Sir Alex Ferguson tiene una estatua en Old Trafford y Thierry Henry, otra en el Emirates Stadium. El técnico escocés ha ganado dos Champions con el Manchester United. En cambio, el francés no ganó ninguna con el Arsenal. De hecho, perdió una final ante Víctor Valdés y tuvo que fichar por su equipo para acabar levantando el trofeo. Comparando estos números con los del portero de Gavà, ¿puede haber alguien que no crear que merece una estatuta en el Camp Nou? No es necesario, como pasó con Kubala, esperar a que traspasen. El cariño hay que mostrarlo en vida y Víctor merece el del club y el de la afición, que debería, eso sí, pedir a la entidad su construcción. Solo con las tres Champions que ha ganado, siendo clave en las tres finales, ya merece el reconocimiento como el mejor portero de la historia del Barça. Si el mejor portero de la historia del Barça no merece una estatua en el Camp Nou, ¿quién puede merecerla en esta vida? Además, no sería el primer futbolista de la actual plantilla que contase con un monumento en su nombre. Iniesta inauguró este verano su estatua en Fuentealbilla, donde sienten devoción por él. Andrés, uno de los mejores amigos de Víctor en el vestuario, podría descubrir la tela con la que se cubriese el monumento.

3. UN MOSAICO QUE PASE A LA HISTORIA EN SU HONOR

Son muchos los mosaicos que se han visto en el Camp Nou, todos ellos, la mayoría, para animar antes de grandes partidos. Pero nunca se ha llegado a hacer un mosaico para pedir a un futbolista que se quede. A más de uno le costaría aguantar las lágrimas de la emoción. Un mensaje directo (“¡Víctor quédate!”) o más emotivo (“¡Víctor, te queremos!”). El objetivo sería poner la piel de gallina al guardameta y quitarle las ganas de conocer nuevas culturas. Ya tendrá tiempo cuando se retire.

4. LA 'DOBLE V' EN EL PRIMER MINUTO DE PARTIDO

Cada vez que el árbitro silbe el inicio del partido en el Camp Nou, la afición debería corear el nombre de Víctor Valdés. Sería en el primer minuto, homenajeando así el dorsal que le ha visto crecer. Además, para completar el gesto, los seguidores podrían hacer el signo de la doble V con los dedos índice y corazón de ambas manos, una imagen que tiene doble sentido, el de las vocales de su nombre y apellido, pero también el de la victoria. La ceremonia podría repetirse también en el primer minuto de la segunda mitad. Sería una forma gráfica y contundente de mostrar el cariño que la afición del Camp Nou siente por su guardameta. En cada jornada de Liga, en cada partido de Copa, en cada encuentro de Champions. Habría que repetir machaconamente el homenaje para que Víctor Valdés se sintiera aludido, para que, por lo menos, se le obligara a mirar a los ojos a la afición. La sensación es que el de Gavà ya ha dedicido, de forma irreversible, marcharse, pero también pareció en su día que lo haría esta temporada, algo que, afortunadamente, no ocurrió. Si no sirve para que se quede, sería una bonita manera de despedirle.

5. UNA CAMPAÑA POTENTE EN LAS REDES SOCIALES

Si existe un club potente en lo que a redes sociales se refiere, este es el Barça. Utilizar ‘Facebook’ o ‘Twitter’ para intentar que Valdés rectifique sería una forma inteligente de usarlas. Un ‘hashtag’ que podría ser #porquéValdésdebeguir o #Valdésquédate o #Valdésnotevayas serviría para internacionalizar el problema. Un problema gordo, puesto que encontrar un sustutito de garantías será mucho más complicado que poner en marcha todos los recursos que tiene el club para convencerle de que se quede. Hay que animar a la afición para que se pronuncie. Que a los seguidores no se les quede nada dentro. Hasta el final.