Abelardo: "El Sporting - Barcelona será más emocionante para Luis Enrique que para mí"

Desde que asumió el banquillo del Sporting de Gijón, en mayo de 2014, una filosofía sobrevuela el día a día del equipo rojiblanco: es el ‘abelardismo’, una palabra que resume el método de Abelardo Fernández (Gijón, 19 de abril de 1970) y que básicamente consiste en optimizar al máximo una plantilla joven y sin experiencia (y sin posibilidad de fichar por las limitaciones de la LFP) y en sublimar la comunión entre el equipo y una afición que vuelve a sentirse absolutamente identificada con su equipo. Como en sus mejores tiempos, a pesar de que el Sporting ya no se pasea por la zona alta de la Liga, sino que pelea por la supervivencia en Primera. 

Es su primera temporada en la elite y en más de una ocasión lo ha comentado: ‘qué difícil es ganar partidos en Primera’.

Para nosotros es complicado, para uno de los grandes no. Tenemos prácticamente la misma plantilla que el año pasado. Este año han debutado 15 o 16 jugadores en Primera. Y hay otros tres o cuatro que apenas llevaban partidos en Primera. Para nosotros es muy complicado porque somos una plantilla joven y sin experiencia. Pero vamos a ir a mejor. La segunda vuelta será mejor. 

Y a nivel personal, ¿qué supone estrenarse en Primera como entrenador?

Para mí es un sueño. El año pasado ya fue mi primero a nivel profesional, después de haber entrenado en Tercera y Segunda B, y salió todo genial, con un ascenso inesperado. Y ahora, compartir banquillo y rivalidad con entrenadores que tienen más experiencia que yo, y en los que llevo años fijándome, es un sueño.

Se dice que lo del Sporting es un milagro: la plantilla más joven de Primera, con restricciones para fichar, y compitiendo dignamente por mantenerse. 

El año pasado nos llegó la sanción de la LFP: no podíamos fichar a nadie. Y la idea era tirar de gente de la casa y subir a chavales del filial, apostar por un proyecto de gente de cantera pero a largo plazo. Y luego llegó ese pequeño milagro que fue subir a Primera. Fue una temporada irrepetible: perdimos dos partidos de 42 en Segunda división, creo que pasará mucho tiempo hasta que otro equipo lo pueda repetir. También batimos el récord de imbatibilidad en la historia del Sporting, 20 partidos seguidos sin perder. Y este año seguimos con las limitaciones: solo podemos contar con cedidos (Halilovic, Sanabria y Mascarell), así que sí, estar aquí peleando por no descender tiene mérito. Mucha gente nos daba por descendidos de antemano. 

Para quienes aún no conozcan su estilo: ¿qué tipo de entrenador es usted? ¿quiénes son sus referentes?

Es que a mí me gustan todos los equipos. Me encanta ver jugar al Barça, que con Luis Enrique ha mejorado muchísimo. Antes tenían la posesión y presionaban al rival, pero con Luis han mejorado en las transiciones, en las contras y en las estrategias. Me gusta el Madrid y sus transiciones, en eso es el mejor equipo del mundo. Me gusta cómo defiende el Atlético y la intensidad que le pone. Me gusta el Sevilla de Emery, el Celta de Berizzo, el Athletic de Valverde… pero lo que está claro es que el Sporting no puede jugar como el Barça, por mucho que me guste. 

El Sporting tiene que olvidarse de lo estético y jugar a morir en cada partido.

Sí, pero aun así, intentamos hacer un buen fútbol, por la filosofía del club y por la plantilla que tenemos. Intentamos tener el balón, pero en Primera división no es fácil. Somos un equipo modesto, pero creo que a la gente le gusta ver al Sporting, y eso a mí me halaga. 

Ahora se enfrenta al Barça: ocho años como jugador y buenos recuerdos a pesar de que vivió una etapa convulsa,  nada que ver con la actual.

Solo puedo tener buenas palabras hacia el Barça. Mejor no me pudieron tratar. Voy mucho por Barcelona, allí tengo amigos para siempre, y fuera del fútbol. Fueron ocho años inolvidables. La gente del club me trató fenomenal. La ciudad me trató fenomenal. Y el público se portó conmigo genial. Siempre dije que en Barcelona me han querido tanto o más que en Gijón. Es un orgullo tremendo haber jugado en el Barça. Me considero un asturiano catalanizado. Catalunya es mi segunda patria: mi primera patria es Asturias y luego, Catalunya.  Mi mujer y yo somos los dos asturianos, pero nos trataron tan bien… Me siento asturiano y catalán.

Como su amigo Luis Enrique: el miércoles se enfrentarán por primera vez como entrenadores. ¿Con qué sensaciones?

Cada uno defenderá sus intereses. Luis y yo tenemos mucho contacto: hablamos mucho, por whatsapp y nos llamamos con frecuencia. Para él será más emocionante que para mí, eso seguro.  Y yo cuando vaya al Camp Nou viviré lo mismo. Para él será emocionante: es muy del Sporting, no lo niega, y sentarse en el banquillo rival de El Molinón lo emocionará mucho. Y a mí, saludarle antes del partido me va a ‘prestar’ mucho. Él querrá que gane el Barça y yo el Sporting.

¿Hay dos Luis Enriques distintos? ¿Uno más arisco, de puertas afuera y otro mucho más cálido, con sus íntimos?

Yo no puedo hablar mal de él. Yo conozco al Luis Enrique que conozco. Es muy buen amigo mío. Creo que es una persona que lo da todo con sus amigos,  una persona humilde, trabajadora, tenaz y muy capaz. ¡Es que a mí me cae muy bien! Y ha sido muy importante en mi vida, he compartido mucho con él y me alegro muchísimo de sus éxitos porque se los merece. Trabaja para ello. Normalmente los éxitos llegan por el trabajo, y Luis ha dado un paso más en este Barça, en diversos aspectos. 

El miércoles podrá contar con Halilovic, cedido por el Barça. ¿Qué resumen hace de su temporada?

Estoy muy contento con él. En el plano deportivo y en el personal. Es un chico encantador, muy humilde. Ha encajado fenomenal en la plantilla, cae muy bien. En la primera vuelta jugó mucho, últimamente no tanto. Pero sabíamos que  iba a ser un jugador importante. Cuando pedí su cesión, estaba convencido de que nos iba a dar cosas. Creo que está creciendo, que está mejor que el año pasado en el Barça B. Pero estamos hablando de un chaval de 19 años. Es muy joven y tiene una presión mediática importante, pero lo asume bien. Es maduro. Está intentando mejorar: en el aspecto defensivo y en lo táctico con balón, tiene que aparecer más. Lo hablo con él, y él tiene buena disposición.

Con o sin Halilovic, ¿El Barça sufrirá en El Molinón?

Es muy difícil porque el Barça lleva una racha impresionante. Está a otro nivel, pero hay que jugar. Son 90 minutos y nunca se sabe. Se pueden dar circunstancias diversas, que marquemos en los primeros minutos, no sé… Vamos a explotar ese partido al máximo. No lo vamos a dar por perdido.

Por cierto: poco después de que el Barça ganase la Champions de Berlín, y en plena celebración del ascenso del Sporting, se rumoreó que Luis Enrique quiso llevárselo al Barça. Como ayudante en el primer equipo o como técnico del filial.

No es verdad. Ni lo sabía. No hubo nada. Cuando acabó la temporada pasada, yo tenía otro año de contrato con el Sporting. Luis no me comentó nada.