El 1x1 del Barça-Córdoba

BRAVO (7). SEGURO.

Tuvo poco trabajo en <strong>la goleada del Barça al Córdoba</strong> en el último partido del año para los azulgranas. Como casi siempre, el guardameta chileno cumplió bajo los palos. Además, como se le pide, dio salida al equipo con los pies. Muy seguro en todas sus acciones.

MONTOYA (6). INTERMITENTE.

A pesar de que no contar con excesivas complicaciones defensivas, tuvo algun desliz en la primera mitad que pudo provocar algún susto inesperado. Se prodigó en ataque, especialmente, en la primera mitad, pero sus subidas fueron de más a menos. Cumplió pero sin grandes desparpajos en una titularidad inesperada.

PIQUÉ (7). ACERTADO.

En la faceta defensiva, volvió a cuajar una buena actuación. Parecen ya olvidados los episodios del pasado que le mandaron al banquillo. El central estuvo sólido en los cruces y no erró en la salida del balón. Además, anotó el tercer gol del partido de cabeza y su tercer gol de la temporada en Liga BBVA. 

MASCHERANO (7). CUMPLIDOR.

Ejerció como líder en la zona defensiva. Ayudó a todos sus compañeros y tuvo como Piqué una tarde tranquila. No fue de lo más destacado y visible del partido, pero el argentino cumplió tal y como a Luis Enrique le gusta. Acabó el partido como el futbolista con el porcentaje más elevado de pases acertados (75/79; 95%).

JORDI ALBA (8). INCISIVO.

En la primera parte, junto con Pedro, fue de lo más destacado. Hizo lo que quiso por la banda izquierda e, incluso, llegó a finalizar sus propias acciones individuales. De lo mejor del Barça esta tarde. Acaba el año con muy buenas sensaciones y al nivel que se le espera.

BUSQUETS (7). PULMÓN.

Cuando tiene el día da muchísima tranquilidad a toda la defensa azulgrana. Recuperador incansable durante los 90 minutos. Impidió en todo momento la salida del Córdoba, que se vio ahogado, en parte, por su característica presión. Repartió balones en ataque y permitió que la zaga tuviese una noche muy cómoda.

INIESTA (7). TIMÓN.

Cada vez con más minutos en sus piernas tras la lesión, <strong>el de Fuentealbilla se va asentando, de nuevo, en el once de Luis Enrique</strong>. Dejó como siempre muchos detalles de calidad y dio soltura al equipo en la zona medular. Luis Enrique le dio descanso con el partido sentenciado y, en su lugar, entró Rafinha.

RAKITIC (8). PRECISO.

El croata, muchas veces infravalorado, hizo un excelente partido. Dio la asistencia de gol a Pedro y, además, estrelló un seco lanzamiento en el palo de la portería de Juan Carlos. Su calidad es evidente y movió el balón al nivel que se le reclama. Acabó siendo sustituido por Xavi entre la ovación de todo el feudo azulgrana.

SUÁREZ (7). ALIVIADO.

Anotó su primer con la camiseta del Barça en Liga BBVA, tras <strong>más de nueve horas y media vistiendo la elástica azulgrana sin ver puerta</strong>. El uruguayo se quita un enorme peso de encima y cierra el año con una buena noticia. Fue el más tímido en ataque durante el resto del choque.

MESSI (8). FUGAZ.

Es un futbolista único y como tal no necesita cuajar su mejor actuación para que salga a relucir su excelsa calidad. No tuvo su mejor tarde pero, aún así, se sacó de la nada dos nuevos goles, uno de ellos una auténtica obra de arte. Templado en la primera mitad, se desató con el partido roto. Metió el cuarto y el quinto gol de la goleada ante el Córdoba.

PEDRO (9). CLAVE.

La primera que tocó, la metió. A los 72 segundos, el canario anotó <strong>el segundo gol más temprano de la presente Liga BBVA</strong>. En líneas generales, fue el más atrevido en ataque y el que generó más peligro. Se le nota muy fino, recuerda al jugador que algún día fue y quiere aprovechar al máximo sus minutos. Luis Enrique deberá tomar nota.

XAVI (7). ASISTENTE. 

En los pocos minutos que tuvo durante la segunda mitad, el centrocampista de Terrassa estuvo al nivel de todo el equipo. Además, dio la asistencia en el gol de Piqué. Entró en el lugar de Rakitic y le dio al equipo un punto más de control de balón. Inteligente y seguro en los desplazamientos.

RAFINHA (6). LUCHADOR. 

El brasileño se adapta a lo que le pide Luis Enrique. No cuenta con demasiados minutos, pero cuando salta al terreno de juego cumple de manera ejemplar. Su compromiso es una evidencia.