En expansión internacional

Fuga de 'cerebros' en el balonmano español

Siete entrenadores españoles buscan este fin de semana el pase a los cuartos de final de la Champions League de balonmano

Ortega afronta su tercera temporada al frente del Veszprem húngaro

Ortega afronta su tercera temporada al frente del Veszprem húngaro / sport

Laura Ramos

El balonmano español está de moda. Lo demuestra el hecho de que hasta siete equipos entrenados por españoles se hayan colado entre los 16 que están disputando los octavos de final de la Champions. No todos seguirán adelante este fin de semana, pero eso no restará mérito a una temporada histórica para un deporte que vive un momento de gran expansión internacional.

Primero fueron algunos de los jugadores más destacados –Julen Aginagalde o Antonio García a modo de ejemplo– y ahora les está tocando el turno a los entrenadores, que en los últimos tiempos se están colocando en los mejores banquillos del continente. Es el caso del exblaugrana Antonio Carlos Ortega en el MKB-MVM Veszprem húngaro o de Talant Dujshebaev en el KS Vive Tauron Kielce polaco. 

No son los únicos. El seleccionador español Manolo Cadenas compagina su cargo al frente de los ‘Hispanos’ con la preparación diaria del Wisla Plock, en el que milita Kamil Syprzak, primer fichaje del FC Barcelona de cara a la próxima temporada. Y otro ex de la selección, Juan Carlos Pastor, hace lo propio al frente de los magiares del MOL-Pick Szeged. AL frente del HC Vardar macedonio, Raúl González completa la nómina de técnicos españoles en los octavos de la Champions junto a Xavi Pascual en el FC Barcelona y a Jesús Javier González en el Naturhouse La Rioja. 

Solo los enfrentamientos ‘fraticidas’ que deparó el sorteo impedirán que los siete puedan seguir aspirando a ser los mejores en la Final Four que se disputará los próximos 30 y 31 de mayo en el imponente Lanxess Arena de Colonia. Ese es su objetivo común y también el del balonmano español, que ya no solo mide sus éxitos en los equipos de casa. La cada vez más frágil Liga ASOBAL obliga a ello, ya que el Barça, pese a ser uno de los equipos más potentes de Europa, tan solo es un oasis en medio del desierto.

Las alternativas están ahora cada vez más lejos de España, ya que hitos como la presencia del Naturhouse en octavos son hechos tan aislados como el dominio azulgrana. De hecho, los riojanos necesitan un milagro para no despedirse del torneo tras caer por ocho goles ante el Veszprem de Ortega en la ida (23-31). Los de ‘Jota’ González poco pudieron hacer ante los húngaros, que buscan repetir semifinales de la mano de Laszlo Nagy, Carlos Ruesga, Cristian Ugalde y Chema Rodríguez. 

La presencia de jugadores españoles se repite en el resto de equipos capitaneados por técnicos de casa. Así, Talant Dujshebaev y el invicto Kielce tienen en Aginagalde a su gran estrella. Los polacos aspiran a la Final Four y en Montpellier lograron una renta de cuatro goles (25-29) que esperan conservar en la vuelta. El extécnico de Ciudad Real y Atlético compagina su puesto con el de seleccionador húngaro. Igual que Manolo Cadenas, quien con el Wisla Plock logró seis goles de ventaja sobre el españolizado Vardar (32-26). Los José Manuel Sierra, Antonio García o Niko Mindegía doblegaron a los pupilos de Raúl Gonzalez, histórico segundo de Talant Dujshebaev que cuenta con su hijo Alex y el exazulgrana Arpad Sterbik. 

Con Vardar y Naturhouse en la cuerda floja, el sorprendente Pick Szeged de Juan Carlos Pastor tiene en su mano completar el repoker de entrenadores españoles en los cuartos de la Champions. Su renta ante el Rhein-Neckar Löwen es solo de cuatro goles (30-34), pero juegan mañana en su pista. 

Colocar a cinco técnicos españoles entre los ocho mejores del continente sería otra demostración de que el balonmano español, al igual que sucede con en el fútbol o el baloncesto, está entre los mejores del mundo pese a la falta de inversión. Ahí, Alemania (podría quedarse con el Kiel como único representante en cuartos) o una emergente Polonia muestran mucho más potencial. La fuga de ‘cerebros’ también es un hecho en el balonmano y Europa lo celebra.