El Barça de balonmano impuso su ley en Aranda

La escasa efectividad en ataque condenó a los burgaleses, que veían como un inspirado Sirac realizaba hasta nueve paradas en la primera mitad.

El Barcelona impuso su superioridad mediada la primera parte, y empezó a mandar en el marcador y gestionar con efectividad su ventaja, que no pasó de cuatro goles en los primeros treinta minutos.

En los minutos finales del primer tiempo, el Villa de Aranda, espoleado por su afición, se vino arriba y recortó diferencias, teniendo en su mano reducir la ventaja de su rival a un único gol antes del descanso y fallando frente a la muralla de Saric.

Con tres tantos arriba y un marcador mucho menos abultado de lo que viene siendo costumbre en la presente temporada, el conjunto de Xavi Pascual se retiró a los vestuarios tranquilo.

El Barça se escapa tras el descanso

Después el descanso, el Villa de Aranda se desdibujó y tras varias pérdidas de balón en ataque, el Barcelona empezó a despegarse en el marcador con un parcial de 7-3 en los primeros quince minutos, alcanzando una ventaja de hasta once goles mediada la segunda parte y sentenciando el encuentro.

A partir de ahí, el técnico del Villa de Aranda comprendió que el partido estaba perdido y se centró en evitar una sonora goleada y dar minutos a los hombres menos habituales, aunque los numerosos errores en ataque favorecidos por la férrea defensa barcelonista hicieron que los burgaleses finalizaran el encuentro 12 goles abajo.

Ni siquiera los cambios introducidos en defensa permitieron frenar el vendaval de juego desplegado por el Barcelona, que durante las segunda parte aprovechó el mínimo error del rival para salir como un huracán en busca de la portería burgalesa.

El 19-31 final permite mantener el liderato a los pupilos de Xavi Pascual.