BALONCESTO

El Palau Blaugrana cumple 45 años

Este domingo, la emblemática instalación celebra un nuevo aniversario; Manolo Flores, en el club desde 1970, pasa revista a la historia del Palau

Manolo Flores, que llegó al Barça en 1970, desmenuzó sus recuerdos de un Palau Blaugrana que cumple 45 años

Manolo Flores, que llegó al Barça en 1970, desmenuzó sus recuerdos de un Palau Blaugrana que cumple 45 años / sport

XAVI MARTINEZ OLIVAR

El entrañable Palau Blaugrana, donde se han escrito las páginas más gloriosas de las secciones (basket, balonmano, hockey patines y más recientemente el fútbol sala) del FC Barcelona, cumple años este domingo. Concretamente cuarenta y cinco. Un ya lejano 23 de octubre de 1971, bajo la presidencia de Agustí Montal i Costa, era inaugurada oficialmente esta instalación anexa al Palau de Gel para que acogiera los partidos de las secciones profesionales de la entidad barcelonista.

Diseñado por los arquitectos Francesc Cavaller y Josep Soteras su gran signo de identidad fue la innovadora cúpula de hormigón armado proyectada por el ingeniero Florencio del Pozo Frutos que convirtió en aquel entonces al Palau en una de las instalaciones más modernas e innovadoras de Europa.

Construido con una capacidad inicial para 5.695 espectadores, su aforo debió ser aumentado con el paso de los años para responder a la creciente demanda de los aficionados básicamente por lo que al baloncesto se refiere. Una sección que de 1990 a 1992 ‘emigraría’ temporalmente al Palau Sant Jordi para volver posteriormente a su ‘casa’. Así, la remodelación realizada en 1994 llevó el aforo a los 7.324 aficionados, cantidad que en octubre del 2007 llegó a los 7.585 gracias a la última reforma.

Una instalación icónica…con fecha de caducidad. En 2019 deberá ser reemplazado por el nuevo Palau que se construirá con capacidad para 12.000 espectadores. Un salto obligado por las exigencias de los nuevos tiempos, especialmente por lo que a la sección de basket se refiere.

LEYENDA VIVA DEL BLAUGRANA

Cuarenta y cinco años dan para muchas vivencias. Y nadie mejor para recordar algunas de ellas que Manolo Flores. Llego al club en 1970 con 20 años y ahí sigue. Fue jugador del primer equipo de baloncesto hasta su retirada en 1984 y luego entrenador, gerente, ojeador…y hasta hoy donde desempeña el cargo de presidente del Consell del Palau.

Flores recuerda que “cuando yo llegué al club entrenábamos y jugábamos en el Palau d’Esports de la calle Lleida y las oficinas de la sección estaban en la calle Bruc. Se planteó construir el Palau y todos estábamos muy ilusionados de tener nuestra propia casa. Recuerdo que los jugadores pasábamos por aquí a visitar las obras”. El traslado al Palau Blaugrana era todo un reto para la proyección de la sección…y para los aficionados. ¿Cuál sería su respuesta? “Recuerdo que la prensa entonces decía que donde íbamos con un pabellón de cinco mil personas, que eso no se llenaría nunca. Un poco lo que sucede ahora con el nuevo Palau. Y la verdad es que unos años después se tuvo que hacer una ampliación por que se llenaba”.

Manolo Flores explica que “el Palau fue una instalación innovadora, la mejor de España. Luego nos han ido pasando otros clubs. Pero entonces fue ilusionante tener una pista así, con unos vestuarios para nosotros. Y eso que al principio no habían ni taquillas. Había dos filas de bancos con las perchas allí colgadas. Pero para nosotros era un lujo entrar allí y tener un vestuario para tí solo, amplio. Tenías tu pequeño gimnasio. Y una cancha con un parquet en condiciones, aunque luego se demostró que era durísimo”.

Reto de memoria ¿La primera canasta? “Hubo un preliminar. Un partido de júniors y creo que la primera canasta la anotó Miguel López Abril. Y en el partido del primer equipo la transformó Javier Sanjuán…aunque en el calentamiento la primera canasta fue mía (sonrisas)”.

Los duelos ante el Madrid

Cuatro décadas y media dan para muchos momentos que subsisten en la memoria de Manolo Flores. “Los partidos que recuerdo de esa época eran los duelos ante el Madrid que entonces era el equipo que dominaba. Esos encuentros eran muy sonados porque nosotros estábamos inmersos en la reconstrucción de la sección después de que años atrás Llaudet la hubiera disuelto. Eran duelos épicos en los que se creaba una atmósfera irrespirable. Y lo digo de manera literal por que en esa época se permitía fumar en los pabellones. Tengo fotos en las que, por el huno no se veían ni las gradas. Hubo polémicas, canastas anuladas o dadas por válidas…que no se podían demostrar porque no había el ‘instant replay’ como ahora. Alegrías, tristezas. Son cosas que forman parte de la historia. Luego lo curioso ha sido ver la evolución de la instalación. Se han ido haciendo liftings…hasta que las arrugas no se pueden disfrazar. Siento nostalgia de todos estos años, pero hay que ser consciente de que este Palau desaparecerá y nacerá otro muchísimo mejor”.

El salto de futuro

Ese nuevo <strong>Palau Blaugrana</strong> será el salto cualitativo para encarar el futuro. “Hemos empezado a ver el diseño y creo que va a ser un pabellón espectacular como no puede ser de otra manera. Con todas las comodidades tanto para el jugador como para el espectador. Creo que la gente lo va a difrutar.Conozco a personas para las que el sentimiento de dejar algo que ha sido tuyo toda una vida y que ya no va a existir como este viejo Palau, les provoca un sentimiento de rechazo a los cambios. Yo también soy un sentimental, he estado toda mi vida aquí. Yo me llevaría este Palau Blaugrana a casa si pudiera. Pero también reconozco que el futuro está ahí y tenemos que seguir para adelante. El Barça es muy grande y tiene que seguir creciendo aún más en todos los ámbitos” sentencia Manolo Flores.