Navarro y sus 1.000 partidos: "Madrid y Baskonia son contra los que más he vibrado"

Nadie ha vestido tantas veces como él la camiseta del FC Barcelona. Juan Carlos Navarro, el gran capitán, puede presumir de haber disputado, a día de hoy, un <strong>total de 1.001 partidos</strong>. Una cifra que le otorga por derecho propio categoría de leyenda en el club blaugrana.

¿Qué le dice esa cifra mareante de encuentros, los títulos, tantos años al pie del cañón en este club?

Las sensaciones son buenas. Cuando era pequeño no me hubiera esperado nunca llegar a estas cifras. Eso también quiere decir que aún sigo aquí, continúo siendo un jugador importante. Y sólo espero que vengan más partidos y más títulos.

Hagamos un ejercicio de memoria y nos hemos permitido resumir esos 1.001 partidos y sus 18 años de carrera en el Barça en diez momentos puntuales. El primero fue su debut con el primer equipo del Barça el 23 de noviembre de 1997 ante el Granada en el Palau. Y con 17 años...

Una de las cosas que siempre recordaré fue todo el Palau coreando mi nombre. Recuerdo esa última parte del encuentro donde pensaba que podía salir, los nervios. A la hora de la verdad intenté jugar con bastante desparpajo, salió todo bien y ,repito, todo el Palau coreando mi nombre fue algo muy bonito.

En la temporada 1998-99 ya aparece con frecuencia por el primer equipo que gana dos títulos (Liga y Korac) y a la siguiente ya es miembro de derecho de la primera plantilla.

También estaba Pau Gasol por ahí. Recuerdo la liga que ganamos en Sevilla por las fotos con Pau y Sasha (Djordjevic). Yo aún no era un jugador importante, era una promesa, pero estuvo bien empezar así.

La campaña 2000-01 fue la gran temporada de su amigo Pau Gasol antes de irse a la NBA. La Copa en Málaga, aquella liga en Madrid...

Yo destacaría el buen año de Pau después de todo lo que sucedió con Rony Seikaly que, en el fondo, le fue muy bien. Lo aprovechó del todo. Recuerdo el dominio de Pau, nadie se lo esperaba. Especialmente lo de la Copa del Rey. Fue espectacular.

¿Aquella primera Euroliga en el 2003 ganada en Barcelona es un recuerdo imborrable?

Fue la primera Euroliga para el Barça con un Sant Jordi a reventar. Fue un antes y un después para el club. La verdad es que ganarla aquí ante tu familia, amigos, tu gente fue especial porque, al final, también se ganó todo.

Cuatro años más tarde decide dar el salto a la NBA y un año después volver al Barça. ¿El porqué de esa decisión?

Siempre lo digo. No me arrepiento de haber ido y no me arrepiento de haber vuelto. Era una experiencia que quería probar. También veníamos de una época aquí en el Barça sin ganar muchas cosas y quería hacer un cambio radical. Pau me ayudó mucho a conseguirlo. Fue un año en Memphis no muy bueno para el equipo porque perdimos muchos partidos. Pero personalmente jugué más de veinte minutos de media, pude estar en el All Star de rookies. Fue una experiencia muy buena. Y decidí volver porque quería volver a casa,  volver a ser un jugador importante y ganar cosas.

¿La Euroliga de París 2010?

La consagración. Ese año lo ganamos todo en Europa con un basket increíble y ser MVP de una Final Four no es nada fácil. Esos días en París fueron increíbles.

Vayamos al presente. ¿Haber comenzado ganando la Supercopa tras un año sin títulos y muy duro en todos los aspectos ha sido un buen espaldarazo?

Después de un año en blanco era muy importante ganar el primer título aunque, digamos, sea el menos importante de los cuatro. Pero siempre está bien empezar así. Yo no pude ayudar porque aún estaba recuperándome pero lo cierto es que el equipo dio la cara, jugó de manera excelente. Y esa, en definitiva, es la línea que buscamos. Hemos empezado bien la temporada pero donde hay que estar bien es en el 2016, donde espera todo lo bueno.

¿De qué partido guarda un recuerdo más especial en todo este período?

Hay muchos. El primero, los de las dos Final Four, alguno de selección que, aunque no cuentan en estos mil, son imborrables para mí como los del Eurobasket 2011. Uno en el Palau contra el Madrid donde todo me salió bien e hice una gran valoración. Por suerte hay muy buenos partidos... y también algunos malos .

¿Un rival contra el que recuerde sus duelos especialmente?

Contra el Madrid es un clásico y siempre es especial. Y también la época de los duelos contra el entonces Tau con esos equipazos que tenía donde había mucha rivalidad en momentos importantes. Creo que son los dos equipos contra los que más he vibrado.

¿A los 35 años ya ha visualizado el final de su carrera?

Me lo llevan preguntando desde hace tiempo. Estoy trabajando mucho para encontrarme bien. Mi objetivo es estar a buen nivel en el 2016. Estamos midiendo muy bien ahora los entrenamientos, los partidos para encontrarme bien después de un verano que fue complicado y donde tuve que descansar. Y para nada pienso que sea el último año. Voy al día, no sé hasta cuando jugaré, no tengo una fecha preestablecida, pero yo me encuentro bien. La motivación sigue ahí. Estoy trabajando para sentirme bien físicamente y poder jugar mejor. Y si estoy bien soy un jugador experto y que puede ser importante.