BALONCESTO

Europa, dividida entre la Euroliga y la FIBA

El baloncesto europeo vivirá un cisma la próxima temporada con dos competiciones europeas distintas, auspiciadas por la Euroliga y la FIBA

FIBA trata de ganar adeptos ante la nueva Euroliga

FIBA trata de ganar adeptos ante la nueva Euroliga / sport

R. PALOMAR/ x.martinez olivar

El baloncesto europeo vivirá la próxima temporada una división total con la organización de dos competiciones diferentes, una de la mano de FIBA Europa y la Euroliga, que hasta el momento organizaba en solitario la máxima competición europea desde el 2001.  En su refundación en la nueva Euroliga, volverá a encontrarse el año próximo con un patrón semejante a su primer año de vida, cuando la FIBA organizó una competición paralela, que tuvo muy poco recorrido. 

Ahora, en el momento que la Euroliga arranca un proyecto ilusionante con la presencia de los mejores equipos del Viejo Continente, FIBA Europa vuelve a la carga y pretende organizar una competición paralela, que ha bautizado como la Basketball Champions League, con los equipos que no encuentran cabida en la nueva Euroliga. Los intentos de acercamiento han fracasado estrepitosamente, a pesar del interés de la Euroliga de que no se acabe produciendo ese ‘cisma’. Aunque la realidad es que <strong>los dos proyectos parecen ir hacia adelante con diferentes equipos.</strong>

El proyecto más definido es el que presenta la Euroliga que ha logrado contar con 11 equipos con licencia fija, donde se encuentran los clubs más potentes de Europa, al que se añadirán el campeón de la Eurocup, segunda competición europea,  el ganador de la fase previa y tres plazas que deben decidir los propios clubs europeos. Un proyecto sólido liderado por Jordi Bertomeu y con un gran contrato económico bajo el brazo. Según hemos podido saber, la empresa IMG garantiza a la Euroliga unos ingresos de 872 millones de euros para los próximos 10 años, de los que 363 irán a manos de los equipos participantes, 267 a los derechos de márketing y televisión y unos beneficios estimados de 242 millones de euros. Todo ello apoyado en un proyecto bien elaborado donde primará el espectáculo en una competición donde jugarán todos contra todos a doble vuelta y que dará paso a un play-off al que accederán los ocho mejor clasificados y de dónde saldrán los cuatro equipos que jugarán  la Final Four.

FIBA, CON OTRO MODELO

FIBA, CON OTRO MODELO

Un proyecto ilusionante que choca con el modelo FIBA que lidera su secretario general, Patrick Baumanm. En un primer momento se habló de una competición de 16 equipos para cambiar más tarde el formato a 32.<strong> FIBA ha realizado diferentes reuniones con equipos de las distintas ligas europeas</strong> tratando de que se unan al proyecto. Hasta el momento, cuenta con el apoyo de 13 ligas nacionales, entre las que no está la ACB. En su última reunión participaron 53 equipos de 16 países distintos. Su modelo de competición contará con los equipos que no han logrado plaza en la Euroliga y participarán esos 32 equipos, 24 de ellos clasificados directamente según sus resultados en sus liga nacionales, y otros ocho conjuntos que surgirán de una fase previa en la que participarán otros 32 equipos. 

El modelo de la FIBA debe aún especificar como generará los recursos económicos de la nueva competición para los equipos participantes, algo que sí está meridianamente claro en el caso de la Euroliga. El tema interesa y ya se levantaron algunas voces en la reunión con FIBA donde los equipos pedían que se aclare la comercialización de la nueva competición que quieren lanzar al margen de la Euroliga.

Ahora es el turno de  los equipos que deben decidir dónde quieren participar la próxima temporada, En la Euroliga existe malestar por las presiones que está realizando la FIBA a las federaciones nacionales para que sus equipos se unan a su proyecto. Una mala manera de ganar adeptos.