COPA DEL REY 2018

El 'efecto Pesic' lleva al Barça Lassa al título de Copa

Ramon Palomar

El Barça Lassa se proclamó campeón de la Copa del Rey contra todo pronóstico ante el Real Madrid al que superó por 90-92 logrando un título que nadie hubiera soñado hace tan solo dos semanas atrás.

El ‘efecto Pesic’ ha resultado determinante para cambiar la dinámica de este equipo y que regresa de Las Palmas como triunfador cuando parecía un equipo deshauciado solo mediada la temporada. Ante Tomic (17) y Pau Ribas (19) lanzaron al Barça a la victoria con un control del rebote claro aunque tocó sufrir hasta el último segundo cuando el Madrid tuvo el triple de la victoria.

Un título que permite tomar aire a la sección azulgrana y que ha encontrado en el nuevo técnico el bálsamo necesario para imponer la calma y pensar ahora en la Liga Endesa con más tranquilidad.

Defensas agobiantes

El Barça Lasa salió con la misma consigna de los partidos anteriores, buena defensa y movilidad en ataque, aunque el Madrid no iba a dejarse intimidar por los azulgranas. Al contrario. Laso también pidió a Campazzo un marcaje riguroso a Heurtel, el hombre clave del Barça, y le dio cierto aire al Madrid, que maniató bien al equipo de Pesic al inicio.

Unos minutos de tanteo entre ambos equipos, demostrando respeto el uno al otro, llevó a un juego trabado entre ambos equipos, sin que ninguno lograra imponer su juego. El Madrid sacó petróleo de las muchas faltas del Barça y a base de ir a los tiros libres, mantenía un mínimo control en el marcador (10-8).

Doncic llevaba el peso de su equipo, aunque no lograba anotar con facilidad, ya que solo era capaz de ir a los tiros libres. Aún así, esas acciones a balón parado le dio réditos a los blancos para llegar a mandar de ocho puntos tras el primer triple del Madrid, a cargo de Thompkins (21-13).

Un Barça dubitativo

Fueron los peores minutos del Barça, dubitativo en sus ataques, y perdiendo algunos rebotes defensivos, importantes, que daban segundas opciones al Madrid. A pesar de ello, el Barça logró reducir la renta a seis tras canasta de Ribas. Los blancos dominaban el marcador, pero no claramente el juego (21-15).

En el segundo cuarto, el Barça salió más decidido a tomar el control del duelo, y encadenó cinco puntos consecutivos –triple de Oriola y canasta de Ribas, para volver a apretar el marcador (23-22). El partido no era lucido, porque nadie se atrevía a tomar determinación en sus acciones, conscientes de estar jugándose una final.

Unos buenos minutos de Tomic, imparable bajo el aro (12 puntos), llevaron a Laso a hacer entrar en el partido a Gustavo Ayón, después de tres meses lesionado. Y su tarea no fue nada fácil, ya que un inspirado Tomic se decidió a atacarle con éxito y dio el empujón que necesitaba el Barça para creer en sus opciones. (29-32).

El Barça recupera su imagen

Un triple de Ribas, muy activo en defensa y ataque, dio al Barça seis puntos de renta (29-35), la máxima para los blaugrana, que fueron pacientes, en su intento de controlar el ritmo. El único punto negativo, la tercera falta de Tomic, que le llevó al banquillo a un minuto del descanso.

Aunque en esos minutos finales del segundo cuarto, el Barça lo cerró con el segundo triple de Oriola, para irse al descanso con seis puntos de renta (34-40) y la sensación de que la final podía caer del lado azulgrana si mantenía maniatado a sus hombres clave como Doncic, Rudy y los exteriores blancos.

Un 30% de acierto blanco por un 48% de los azulgrana era la mejor indicación que el Madrid no se encontraba cómodo ante un Barça que no se descompuso, y siguió insistiendo en su defensa y rebote como fórmula para maniatar a los blancos.

Arranque espectacular

En la segunda mitad, el duelo no pudo empezar mejor para los azulgrana con un espectacular parcial de 0-8 que hizo mucho daño al Madrid. Triples de Ribas y Hanga, más un balón robado con canasta de Ribas, llevaron a los azulgrana a su máxima renta, 35-48.

Pablo Laso estaba obligado parar el partido, con apenas dos minutos jugados. Ahora la iniciativa si que era claramente del Barça Lassa y no podía dejar que el Madrid se desangrase.

Aunque el Madrid trataba de agarrarse al duelo, y devolvía un parcial de 5-0 con el Barça cargado de faltas personales. Un sacrificio individual por el colectivo. Y el Barça, siguió creyendo en su guión, control del rebote y paciencia ofensiva.

Sanders devolvía el triple de Rudy, para mantener 14 puntos de renta para el Barça (40-54) que la amplió a 16 con dos tiros libres de Moerman. El Barça iba lanzado, aunque todavía quedaba mucho partido por delante. Pero las sensaciones, inmejorables para los de Pesic, que llegaron a dominar de 18 (40-58).

Un Madrid a la desesperada en defensa por toda la pista logró entrar las dudas al Barça, con un activo Rudy Fernández, aunque Heurtel devolvió el control con una canastón para cerrar el cuarto con 15 puntos de renta (52-67). El ansiado título, a 10 minutos de sufrimiento

Diez minutos de sufrimiento y sorpresa

El Madrid, consciente de que se le iba el tiempo, se la jugaba en cada acción, ya sea en triples, que anotaba Carroll, o en faltas a la desesperada. Eran los últimos coletazos del Madrid, que necesitaba cambiar la dinámica azulgrana.

Era el momento de imponer la calma, aunque los blancos apretaron más que nunca, con Carroll acertado en los triples, que redujeron la diferencia a solo 11 (67-78) con 6:03 por jugar. Quedaba mucho tiempo, y ahí el Barça debía demostrar su fortaleza mental.

Y los azulgrana supieron capear ese momento determinante, con paciencia y con Tomic haciendo daño dentro, para mantener el control en el marcador (70-83, m.37).

Aunque el Madrid no se entregó y a base de lucha y de apretar en defensa, se acercó casi milagrosamente a solo dos puntos después de dos triples consecutivos de Thompkins a 11 segundos para el final (90-92).

Pesic paró el partido para jugar esos 11 segundos, quizá los más importantes de los últimos años. Oriola recibió la falta personal y sus dos tiros libres podían decidir la final. Falló los dos, pero el Madrid no pudo anotar la canasta final y la victoria fue para el Barça, nuevo campeón de Copa.