El Mundial de cross, cita en África para un nuevo pulso Kenia-Etiopía

Genzebe Dibaba será una de las principales estrellas

Genzebe Dibaba será una de las principales estrellas / AFP

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Kenia, defensora de los títulos absolutos masculino y femenino, y Etiopía, la otra gran potencia africana del atletismo, se presentan una vez más como los rivales a batir en la 42ª edición del Mundial de cross country, el domingo en Kampala.

Geoffrey Kipsang Kamworor, que fue además campeón del mundo de media maratón en 2014 y 2016, y Agnes Jebet Tirop defenderán las coronas que consiguieron en el Mundial de 2015, celebrado en China.

Uganda, país anfitrión, y Bahréin, una potencia de la disciplina por los atletas africanos nacionalizados, también tienen buenas opciones de medalla.

La 'Vieja Europa', centrada a menudo en los campeonatos continentales ante la evidente superioridad africana, se contentará muy probablemente con las migajas del pastel.

Para las delegaciones fuera de África, este Mundial ha supuesto además un quebradero de cabeza por distintos temores, sobre todo sanitarios.

"Las razones sanitarias hay que tenerlas en cuenta, con riesgo de fiebre amarilla (vacunación obligatoria) y paludismo. El contexto en el lugar también es difícil, con la altura (1.200 metros) y el calor, en carreras que tienen lugar por la tarde", explicó Jean-François Pontier, entrenador de Francia, que apenas tendrá tres representantes en Kampala.

Hay unos sesenta países inscritos, pero el Mundial de cross, que se disputa cada dos años desde 2011, tiene el reto de renovarse para mantener el atractivo.

En la capital ugandesa, el Mundial estrenará un nuevo formato: el relevo mixto, compuesto por dos mujeres y dos hombres. Cada uno cubrirá una vuelta, lo que potencia a los corredores de 1.500 metros.

Por ello, el keniano Asbel Kiprop y la etíope Genzebe Dibaba, las estrellas de esa distancia, decidieron acudir a la cita, para alegría de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y de su presidente, Sebastian Coe, bicampeón olímpico de 1.500 metros (1980, 1984) y ferviente defensor del cross.

La keniana Faith Kipyegon, campeona olímpica de 1.500 metros en los Juegos de Rio-2016, y su excompatriota Ruth Jebet, que ahora defiende a Baréin y que fue campeona de 3.000 metros obstáculos en la ciudad carioca, atestiguan también que pista y carrera en el campo no son excluyentes.