Una empresa catalana artífice del éxito

2 millones de personas en Copacabana para recibir el año olímpico

Más de dos millones se reunieron en Copacabana para celebrar el año olímpico con un aparatoso e increíble castillo de fuegos artificiales preparado por la centenaria empresa catalana de pirotecnia Igual, 

Rio 2016

La empresa catalana Igual, de Canyelles, se responsailizó del macroespectáculo pirotécnico. / EFE

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Algo más de 24 toneladas de fuegos de artificios colorearon de madrugada el cielo de Río de Janeiro y dieron la bienvenida a 2016, el año en el que la llamada "Cidade Maravilhosa" acogerá los Juegos Olímpicos, los primeros de la historia de Sudamérica. El clima de fiesta absoluta fue muy parecido al que se vivió en el 2009 con la elección de Río como sede de los Juegos.  

Desde hacía cuatro días, la empresa catalana Igual, con más de 120 años de experiencia, había comenzado a preparar las balsas pirotécnicas a unos 400 metros de la playa de Copacabana, mar adentro.  Esta madrugada, el Cristo Redentor, símbolo de Río de Janeiro, fue testigo desde lo alto del monte del Corcovado del espectáculo pirotécnico de 16 minutos que iluminó el mar de la playa de , una de las más famosas de la capital carioca. Los fuegos, compuestos por más de 30.000 cohetes y lanzados desde once balsas, estuvieron inspirados en el lema "Río Ciudad Olímpica", por lo que predominaron los colores verde, violeta y naranja.

El espectáculo tuvo como banda sonora la canción "Bugler's dream and olympic medley", compuesta John Williams para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 1984, y caldeó el ambiente de cara al mayor evento deportivo del planeta.

Los Olímpicos de Río se celebrarán entre el 5 y el 21 de agosto de este año y reunirán a 10.500 atletas de 206 países que participarán en 306 pruebas con medallas.

Río de Janeiro también conmemoró el centenario del primer registro oficial de una samba y despidió el año en que se conmemoraron los 450 años de fundación de la ciudad.

La fiesta en Copacabana reunió a cerca de dos millones de personas, la mayoría vestidas de blanco, como manda la tradición brasileña, y que disfrutaron de diferentes conciertos a pie de arena.

Río contó con un número récord de turistas, ya que alrededor de unos 857.000 de extranjeros se concentraron en la capital carioca para recibir el año, los cuales gastarán en la ciudad unos 670 millones de dólares, favorecidos por la fuerte depreciación de la moneda brasileña, según los cálculos de la municipalidad.

La seguridad de turistas y brasileños fue garantizada en la playa de Copacaba por unos 2.200 policías, un número en un 28 % superior al del año pasado debido también al aumento de extranjeros, aunque en total fueron movilizados 12.000 agentes en todo el estado.

Sin embargo, Brasil comenzará el año con una salud debilitada: una economía hundida, un gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y una crisis política que amenaza a la presidenta, Dilma Rousseff, con la apertura de un juicio político con miras a su destitución.

La suma de malos augurios han desplazado de la primera página la atención sobre los Juegos Olímpicos, el segundo gran evento deportivo que Brasil acogerá tras celebración del Mundial de Fútbol 2014, aunque ayer, ni que fuera durante unas horas ocurrió todo lo contrario.