Campeonatos de España en pista cubierta

Juan Carlos Higuero y Angel David Rodríguez, cara y cruz en Sabadell

Juan Carlos Higuero se proclamó por vez primera campeón de 3.000 metros con un espectacular último giro en la prueba reina de la primera jornada de los campeonatos de España de atletismo en pista cubierta

EFE

El atleta burgalés, conocido en el mundillo atlético por "El León", sentenció con una marca de 7:55.82 y será el jefe de filas del trío español en los Europeos de Gotemburgo, el primer fin de semana de marzo. Diego Ruiz tiró durante el primer kilómetro, que se pasó en 2:40.92; le relevó Mohamed Marhoum en el segundo (5:23.04) y cuando faltaban tres vueltas Higuero pasó a controlar prueba. Se puso en cabeza y fue cambiando imperceptiblemente hasta que, en el último giro, soltó un latigazo que enardeció al público. Higuero, que ha corrido este año en 7:49.55, batió a Carlos Alonso (7:57.60) y a Jesús España, cinco veces campeón, que regresaba después de operarse los dos tendones de aquiles y se quedó a una sola centésima del segundo puesto.

No hubo sorpresas en las semifinales de 1.500. David Bustos, el favorito, ganó sin despeinarse una primera serie lentísima (4:06.06), y la segunda fue controlada por los otros dos con mínima europea, Arturo Casado (3:59.81) y Álvaro Rodríguez (3:59.87).

Ruth Beitia, la mejor atleta española del 2012, conquistó su duodécimo título consecutivo de altura con un salto de 1,90, el año en que se despide de la competición de elite. La cántabra dejó pasar las cinco primeras alturas para debutar en 1,82, una marca que la dejó sola con Gema Martín Pozuelo, pero la madrileña no pudo con 1,88. Beitia había ganado el título ya con su primer salto. Luego superó los 1,90 y falló en 1,95. Con 33 años, Beitia ha resuelto prolongar un año más su carrera deportiva después de su explosión en 2012, el año en que se iba a despedir y en el que obtuvo los mayores éxitos de su vida: campeona de Europa al aire libre y cuarta en los Juegos Olímpicos de Londres.

El rey del esprint, Ángel David Rodríguez, compareció tres veces en nueve horas y se rompió en el momento decisivo. A las 11.00 tomó contacto con la pista de Sabadell ganando la primera serie en 6.94, dominó a las 18.43 su semifinal en 6.83 y, cuando se disponía a coronarse por sexta vez, tuvo que pararse, mediada la final, para no agudizar unas molestias que empezó a notar en la reunión de Gante. Ocho días después de batir en Düsseldorf (Alemania) el récord de España con 6.55, tercera mejor marca europea del año, el atleta madrileño cedió el trono de la velocidad a Javier Sanz (6.80), que batió claramente a Rubén Pros y a Eusebio Cáceres, ambos con 6.85.

En 800, Kevin López, líder europeo del año con 1:46.72; Luis Alberto Marco y Francisco Roldán, los tres con mínima europea, siguieron escrupulosamente el guión al imponerse en sus respectivas series con marcas de 1:49.17, 1:50.52 y 1:49.73

Las semifinales femeninas de 1.500 anunciaron un interesante duelo en la final del domingo entre Natalia Rodríguez, ganadora de la segunda serie con 4:28.37, y la aragonesa Isabel Macías, vencedora en la primera con 4:24.38 y campeona los dos últimos años.

En longitud, Concha Montaner logró su décimo título con un salto de 6,33 pero no pudo alcanzar la mínima para Gotemburgo (6,50).

Vicente Docavo, de 21 años recién cumplidos, logró su segundo título de triple 16,60 metros, mejorando en 12 centímetros su mejor registro del año y a uno solo de su récord personal. El Playas de Castellón copó los cuatro primeros puestos con Docavo, José Emilio Bellido (16,37), Jorge Gimeno (16,05) y Pablo Navarro (16,02).

La castellonense Carla Franch, con 4,05 metros, se estrenó como campeona de pértiga tras la lesión de Naroa Agirre en el calentamiento y un largo desempate con Anna Pinero, que no pudo ofrecer una victoria a sus paisanos. Un pinzamiento en la espalda cuando realizaba progresivos impidió a Naroa competir por el que hubiera sido su undécimo título. La donostiarra tampoco podrá participar en los Europeos de Gotemburgo (Suecia), dentro de dos semanas, ya que le faltaban diez centímetros para la mínima exigida por la Federación Española (4,40).