En Rusia ya se plantean boicotear los Juegos Olímpicos de Río

El Comité Olímpico Ruso está indignado con el CIO, con la IAAF y con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). La Federación Rusa de Atletismo no da crédito a la posibilidad de que sus atletas –culpables e inocentes- se queden fuera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (5 al 21 de agosto) por el dopaje generalizado registrado en ese país y, según dicen, instigado desde el propio Estado . El propio Vladimir Putin, presidente de la nación, se muestra furibundo y habla abiertamente de “persecución perpetrada desde las más altas instancias y dirigida por Estados Unidos” contra la madre de todas las Rusias: “Porque es un hecho que el dopaje existe en muchos lugares y no solo en nuestro país”, brama furioso. "En Rusia nunca hemos amparado el dopaje desde el Estado". Hasta tal punto llega la cólera que se palpa en todos los despachos que la palabra ‘boicot’ ya ha empezado a circular como reguero de pólvora. Dopaje a los Juegos, sí. Dopaje como en 1980 a Moscú y en 1984 a Los Angeles. El CIO se ha metido en una ratonera de la que tiene difícil salida.

El  escándalo de dopaje organizado se ha convertido en un tema político que ha llegado a la Duma, la cámara baja del parlamento ruso. En una resolución adoptada por unanimidad, los 429 parlamentarios acusaron a la IAAF de alentar el boicot echando más gasolina al fuego. Y tiran de ejemplo: “Están haciendo algo parecido a lo que ya ocurrió en 1980, cuando se propició el boicot a los Juegos de Moscú después de la invasión de las tropas soviéticas (entonces era la URSS) a Afganistán.

"La represión de los atletas que nunca han llevado a cabo prácticas deshonestas no sólo es una decisión injusta, sino que socava los cimientos del movimiento olímpico", clamaron los diputados rusos con la esperanza de que "la razón prevalezca sobre la las emociones".

Cualquiera que sea la decisión que adopte este martes el Comité Internacional Olímpico, muchos atletas rusos ya han afirmado que nunca competirán bajo la bandera olímpica. La que más firmeza ha demostrado es Yelena Isinbayeva, que aseguró a los periodistas de su país: “Soy rusa, tengo un país y tengo una bandera…”, proclamó la ‘zarina’. "Nuestro equipo nunca barajó la posibilidad de boicotear los Juegos Olímpicos y tampoco estamos en guerra. No hay ninguna razón para que se nos obligue a competir bajo la bandera olímpica. Yo no lo haré…”, sentenció. Isinbayeva se ha comprometido a recurrir ante los tribunales la decisión de la IAAF: “porque es una vulneración de los derechos de la persona”, añadió.

Mientras tanto, los atletas rusos, que se encuentran reunidos en el Estadio Cheboksary, en las orillas del río Volga, aguardan sin ningún tipo de esperanza la decisión que adoptará hoy mismo el  Comité Internacional Olímpico y que podría abrir parcialmente la puerta a que algunos de ellos puedan competir en los Juegos de Río.

El destino del atletismo ruso, acusado de dopaje institucionalizado, se juega en Lausana (Suiza), a 3.500 kilómetros de la ciudad que albergará los campeonatos nacionales de atletismo rusos. Para los atletas más jóvenes, este será su primer gran campeonato. Para otros, como la doble campeona olímpica Yelena Isinbayeva,  Cheboksary podría ser el fin de su carrera.

Mientras que Thomas Bach proclamó hoy mismo, en el acto de apertura de la Cumbre del CIO que  “queremos coordinar nuestros esfuerzos para proteger a los atletas limpios, en Rusia no dan crédito a puedan ser suspendidos de los Juegos de Río tantos los atletas honestos como aquellos que han cometido prácticas ilícitas. “Hay que sancionar a los culpables y preservar a los inocentes”, dijo el presidente de la Federación Rusa. “Si no se establece una línea de medir justa y equitativa, esto será el fin porque eso significa que la justicia no atiende los derechos de los inocentes”. Hace tan solo unos días, Vitaly Mutko, ministro ruso de Deportes ya pidió "la dislución de la IAAF". 

El triplista Lyukman Adams, nacido en San Petersburgo, mostró el lado más ácido de la cuestión: "Puede haber cambios (en la decisión de la IAAF), pero las cosas siempre son susceptibles de empeorar. En este caso, mucho me temo que si hay cambios, no creo que sean positivos", concluyó.