Atletismo

El CIO ratifica la decisión de la IAAF y deja a Rusia sin Juegos

El CIO argumenta que no debe contradecir la decisión adoptada por la IAAF

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Isinbayeva, cada vez más lejos de los Juegos de Río / AFP

Carlos R. Galindo

Discutir que Rusia tiene un problema con el dopaje es baladí.  Claro que lo tiene; y muy grande... La cuestión es si todos los atletas rusos se dopan, en cuyo caso, la sanción impuesta por la IAAF –privando a ese país de participar en las pruebas atléticas de los Juegos de Río (5 al 21 de agosto)– parece lícita o si, por el contrario, pudiera haber excepciones, es decir, atletas que han pasado sin problemas todos los controles antidopaje a los que se han visto sometidos. En este caso, sancionar a los inocentes no solo es una indecencia sino algo que podría ser fácilmente rebatible en cualquier tribunal porque la justicia no puede tratar por igual a víctimas que a culpables.  Después de la polémica decisión adoptada por el Consejo directivo de la IAAF el viernes en Viena (Austria), este sábado el Comité Internacional Olímpico (CIO), le dio el definitivo carpetazo al asunto: “Ningún atleta competirá en Río bajo la bandera de Rusia”, dijo John Coates, vicepresidente de aquel organismo. Concluyente. 

La pregunta es: ¿y ahora, qué? Sepan, de entrada, que el asunto no se ha cerrado y que el aluvión de interrogantes planteados requiere de respuestas convincentes: Veamos: ¿Sólo estaba interesado el Estado ruso en dopar a sus atletas? ¿Sólo a ellos…? ¿Acaso no había el mismo interés en lograr grandes triunfos en otros deportes de prestigio…? Incluso se podría hacer una extrapolación: ¿Tiene sentido mantener el Mundial de fútbol 2018 en Rusia cuando se sabe –porque se sabe– que hubo sobornos, compra de votos...– de por medio y parece que el mundo mira hacia otro lado cuando se trata de la pelotita y entonces no se habla de corrupción ni de escándalos sino de irregularidades y mala gestión. Es más, ¿tiene sentido que Rusia siga en la Eurocopa de Francia después del vergonzoso papel de sus ultras, que han hecho de la violencia un nuevo deporte? –lo mismo sucede con los hooligans y aficionados de otros países–.  ¿Pueden sacar pecho del varapalo a Rusia países como España que ni siquiera tiene resuelta la Operación Puerto contra el dopaje, que inició la Guardia Civil en 2006? Hay algo de hipocresía en estas cuestiones.

Ahora empieza a hablarse de positivos ocultos en la natación rusa y el meldonium, ese producto prohibido que tomaron un montón de deportistas de esa nacionalidad, adquiere una nueva dimensión, pese a la implicación de una de sus grandes figuras, la tenista Maria Sharapova

la basura de la iaaf

Este organismo está tan salpicado de basura como la propia Rusia, solo que ha optado por sacrificar a ésta última en beneficio propio.  Dicho de otra forma, distraer a la audiencia para que mire hacia otro lado. Así, apenas se ha hablado de la noticia que publicó hace unos días la página web ‘Inside The Games’ según la cual el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe ha sido acusado de estar al corriente de los escándalos de corrupción que se produjeron  en el corazón del órgano que dirige antes de su elección en agosto pasado y aceptó el consejo de Papa Massata Diack –hijo de Lamine Diack, ex presidente de la federación atlética- durante su exitosa campaña. De hecho, cuando Sir Sebastian Coe ganó las elecciones tuvo palabras de agradecimiento para el dirigente senegalés, al que se refirió como “líder espiritual de este deporte”. Además, según la BBC, Coe no se quiso dar por enterado del caso de la maratoniana rusa  Liliya Shoubukhova, que pagó sobornos a funcionarios para encubrir un caso de dopaje. Quien esté libre de culpas, que arroje la primera piedra... 

El noruego Rune Andersen, que dirigió el grupo de trabajo de la IAAF encargado de supervisar los progresos registrados por Rusia en materia antidopaje, aseguró ayer que “ningún atleta competirá en Río bajo la bandera de Rusia”. Por lo tanto, tanto Andersen como  Coe debieron sentir un gran alivio al saber que el CIO llegó a la misma conclusión que ellos, aspecto del que fueron informados en una teleconferencia.

El presidente del COI, Thomas Bach, jugó a los equívocos tras asegurar “me niego a especular” si la decisión de la IAAF será el final del problema de Rusia. Mientras tanto, se hacen cábalas sobre cuantos atletas de ese país podrán participar en los Juegos, según los criterios establecidos por la propia IAAF: “se examinará caso por caso”, dijo Coe. “No tenemos idea de cuántos atletas serán legibles pero creo que podemos hablar de pocos”. Se dice que cinco o seis, los que residan fuera del país o han ejercido de ‘gargantas profundas’ en este escándalo, como la mediofondista Yulia Stepanova. Quedarían fuera de la lista Yelena Isinbayeva, doble campeona olímpica de salto con pértiga o Sergey Shubenkov, vigente campeón del mundo de 110 metros vallas, entre otros. 

Nueva cumbre olímpica el martes

El CIO iniciará nuevas medidas de largo alcance con el fin de garantizar la igualdad de condiciones para todos los atletas que participen en los Juegos de Río. Este próximo martes habrá una nueva Cumbre Olímpica en la que se abordará la situación de los países en los que la organización nacional antidopaje ha sido declarada no conforme por la AMA por su deficiente sisitema antidopaje. John Coates, vicepresidente del CIO. dijo que se sentiría “muy, pero que muy sorprendido” si éste organismo revocase el decisión adoptada por la IAAF.  Por otra parte, los investigadores federales rusos abrieron ayer una causa criminal contra el ex jefe del laboratorio antidopaje del país, Grigory Rodchenkov por abuso de autoridad. Rodchenkov huyó a los Estados Unidos donde desveló cómo Rusia encubrió el dopaje de docenas de sus atletas en los Juegos de Invierno de Sochi 2014.