EL BAYERN APUESTA POR LA CONTINUIDAD

El amigo alemán de Pep

Mathias Sammer es uno de los principales valedores del trabajo de Guardiola en el Bayern. Su sintonía es máxima

Sammer y Guardiola, durante un partido

Sammer y Guardiola, durante un partido / sport

Robert Wulff

Los dos años y medio que llevo en Múnich han sido muy intensos pero igualmente exitosos. Me siento muy a gusto en el Bayern y es un honor tener la oportunidad de seguir sirviéndole”. Así saludó Matthias Sammer el anuncio de su renovación por tres temporadas más, hasta 2018, en la escenificación por parte del club de la confianza plena en su trabajo.

Sammer llegó al Bayern en el verano de 2012. Rumennigge le seguía la pista a partir de su excelente aportación a la selección alemana, de la que fue director técnico durante seis años y lideró junto a Joachim Löw su renovación, y le ofreció la dirección deportiva del club bávaro, proclamándole colaborador directo del entonces entrenador Jupp Heynckes. Dante, Götze, Shaqiri o Pizarro fueron fichajes en los que colaboró activamente, además de prestar atención al segundo equipo, con frutos como Weiser o Gaudino.

La colaboración entre Sammer y Heynckes acabó demostrándose ideal, por cuanto el Bayern cerró la temporada 2012-13 con la conquista del triplete y la consideración unánime de ser el mejor equipo del continente, por lo que el cambio con el fichaje de Guardiola como nuevo entrenador despertó no pocas dudas en el entorno, siempre caliente, del club.

Pero la relación entre el entrenador catalán y el director deportivo germano ha rozado la perfección. Sammer entendió rápido la filosofía futbolística de Guardiola y apoyó sin reservas tanto sus fichajes como sus descartes, sus sistemas y sus decisiones.

Futbolista de referencia en la Alemania de los 90, campeón con tres clubs diferentes y junto a Ulf Kirsten el mayor exponente de la DDR que fue absorbida tras la unificación germana de 1990, el hoy director deportivo dirigió con éxito al Borussia Dortmund entre 2000 y 2004 y se convirtió en uno de los personajes más seguidos a partir de su entrada en la federación tras el Mundial de 2006.

Discreto en el banquillo, donde la personalidad arrolladora de Guardiola ocupa todo el plano, Sammer no entra en aspectos técnicos con el entrenador catalán, con el que mantiene una estrecha relación y sigue sus directrices, como se demostró en los fichajes de Lewandowski, Thiago o Xabi Alonso, solicitados expresamente por Pep y que el club aprobó una vez tuvieron su visto bueno.

Y es que el alemán es un personaje de indudable trascendencia en los esquemas deportivos del Bayern.