LA MIRILLA

Zubizarreta sí lo tenía planificado

Albert Masnou

Diez fichajes. Hoy se cumplen cien días de la final de Lisboa, el partido cerraba la temporada. El Barça era una ruina y el presidente anunció una profunda renovación; el Madrid era todo eufória y el presidente saltaba orgulloso con la décima. Zubizarreta fue el centro de todas críticas a partir de ese momento por, decían/decíamos, no actuar, no tomar decisiones, no decir nada cuando cogía el micrófono. Hoy se cierra el mercado, y Zubi comparecerá ante los medios para pasar balance pero antes y aquí analicemos su plan. La sustitución de Valdés la tenía atada (Ter Stegen ya estaba contratado), Luis Enrique había sido anunciado para ocupar el puesto de Tata Martino; dos días después del final de temporada, el club anunciaba el regreso de Rafinha y de Deulofeu; 23 días después tenía vendido a Cesc al Chelsea y fichado a Rakitic; tardó 31 días en contratar a Bravo porque Luis Enrique le solicitó un plan B a Ter Stegen; 48 días después se oficializó el fichaje de la gran estrella del verano, Luis Suárez. El equipo estaba listo en menos de dos meses y sólo se encallaba el fichaje del central, un hueso porque el club se encabezonó en Marquinhos sabiendo que el PSG no vende. Cuando buscaron un plan B, llegó primero Matthieu (59 días) y Vermaelen (76). Sin duda, no eran las primeras opciones pero los pasos iniciales del francés han gustado mientras que el belga permanece lesionado. A última hora, solo a última hora, llegó Douglas para completar una plantilla por si Alves dcidía irse a final de la próxima temporada. Y el Barça llega al final del mercado habiéndole sobrado casi 25 días, con los deberes hechos y una plantilla fantástica en Sant Joan despí. Otros no pueden decir lo mismo. Ni en Madrid, no en Londres ni en Manchester.