Samper coge el espacio de Song

Las líneas de sucesión. El Barça está esperando que de un día a otro, este mismo fin de semana, llame el mánager de Alex Song (el mismo que el de Cesc Fàbregas) para decirle cuál será el destino del jugador camerunés. Las condiciones del Barça son claras: le dan la carta de libertad a cambio de ahorrarse los cuatro millones de euros que cobra por temporada. Tiene, al menos, tres pretendientes: Marsella, Tottenham y Liverpool. Veremos dónde acaba.

Song llegó en el 2012 procedente del Arsenal (por favor, no compren ningún otro jugador procedente de este club porque son muy pocos los que han dado rendimiento). Costó 19 millones de euros y fichó por 5 años. Habrá cumplido dos temporadas, con lo que el Barça se ahorraría 12 millones si se produce una desvinculación en las próximas fechas. 

Alex Song llegó con el veneplácito de Tito Vilanova y Jordi Roura, dispuesto a cubrir un hueco que existía en la plantilla hasta que Sergi Samper estuviera listo para dar el salto. Los técnicos valoraban que siempre cumplía a rajatabla sus órdenes. Nunca les fallaba, entendían. Era un buen comodín hasta que Samper estuviera más maduro. El canterano era el primero en la línea de sucesión. El club contaba que esto ocurriría en el 2015 (con Samper con 20 años) pero la llegada de Luis Enrique ha precipitado los acontecimientos. Aunque con ficha del filial, Sergi Samper es uno más de la plantilla desde la llegada del técnico asturiano porque considera que ya está listo para estos retos mayores. Luis Enrique confía ciegamente en el jugador catalán y piensa darle bola de la misma manera que se la ha negado a Song, que en toda la pretemporada no ha disputado ni un minuto. Sin tener equipo, Song incluso ya se ha despedido.