El Piqué de los seis títulos ha vuelto

El castigo da sus frutos. El primero fue Guardiola quien castigó a Piqué acusándole públicamente de tener otras prioridadades a las del fútbol. Eran años en las que las críticas parecían menores porque los éxitos acompañaban, pero estaban ahí. Pep le dejó algunos partidos en la grada y Gerard acabó siendo el mejor de Europa.

Luis Enrique, buen amigo de Guardiola, también penalizó a Piqué aunque las formas de los dos técnicos son diametralmente opuestas. Luis Enrique le dejó durante un mes entero en la grada. Durante este tiempo, solo Del Bosque le sacó de allí para una convocatoria de España. Una decisión entendible porque Piqué se había planteado incluso dejar el combinado nacional pero el seleccionador le hizo llegar a un pacto hasta 2016. Luis Enrique le levantó el castigo el 22 de noviembre y desde entonces ha disputado once partidos (dos goles) con actuaciones especialmente positivas debido a su alto nivel de concentración y a su buen estado físico tras los kilos adelgazados. Gerard Piqué es hoy un jugador nuevo, un líder atrás, un bastión en los balones aéreos, siempre bien colocado y abordando al defensa con la contudencia necesaria. Si el Barça posee la segunda mejor defensa de Europa tras el Bayern Munich, si el Barça está donde está en la Liga, Copa y Champions, es por jugadores como él han recuperado el tono que habían perdido. El Barça lo celebra.