El otro círculo virtuoso en el Barcelona

Algunos han tenido vértigo (Dembelé), otros no han recibido la oferta (Ben Arfa o Lucas Pérez), otros han sido imposibles de fichar porque sus clubs no lo han querido (Gameiro y Vietto). El culebrón del delantero centro llega a su fase final. El próximo lunes es la fecha clave después de la visita de ayer de Paco Alcácer a su presidenta Layhoon Chan para decirle que quiere irse, que le venda al Barça. Será la guinda a un verano movido en el que el club azulgrana partía con la idea de gastarse 60 millones de euros más lo recaudado en ventas y se habrá acabado gastando 88. Han pagado por valor de 122 (Digne, Umtiti, Denis, Gomes, Cillessen y Alcácer) y han ingresado por valor de 34 (Bartra, Bravo, Halilovic, Adriano y Tello).

Así pues, ¿se  ha estirado más el brazo que la manga al gastar 28 millones más de los previstos? En absoluto. Acuérdense de un detalle que desvelamos aquí en SPORT según el cual el Barça se guardaba un as en la manga en el caso de que fuera necesario hacer un esfuerzo: los 30 millones en concepto del traspaso de Pedro, que abandonó el club una vez iniciada la temporada 2015-16 con lo que su ingreso contabilizan al curso en cuestión. El Barcelona ha echado mano del dinero que había guardado en el cajón para renovar completamente todas las líneas, desde la portería hasta la delantera. Luis Enrique estará satisfecho porque estos seis fichajes sirven para aumentar el fondo de armario, renovar una plantilla e inyectarle ilusión manteniendo la excelsa calidad con renovaciones claves como la de Neymar o la de Busquets. El Barça es hoy un equipo nuevo, más fuerte, más completo y con más recursos. El club no se ha saltado las directrices del área económica y la secretaría técnica ha logrado un propósito que se marcó a inicios de verano: que la juventud fuera el denominador común entre las incorporaciones. Y a excepción de Cillessen (los porteros siempre comen aparte), el resto de los fichajes llegan al Camp Nou con 22 años. ¡Alcácer incluido!