LA MIRILLA

Neymar, el objeto de deseo

Neymar despierta el interés de grandes clubes

Neymar despierta el interés de grandes clubes / sport

Albert Masnou

EL OTRO CRACK. Fue Sandro Rosell quien pactó la renovación de Neymar. Esto ocurrió precisamente en el mismo instante de la negociación de su fichaje. Ya entonces se estipuló el momento en el que Neymar debía mejorar su contrato: En 2016. Dos años y medio después de llegar, dos años antes de acabar el contrato. Tiempo suficiente para hacerse con el club y para evitar las tentaciones de una salida. Las bases del acuerdo están ahí pero faltan muchos aspectos por discutir. El Barça quiere su continuidad y es consciente que es cierta la oferta del Manchester United de 190 millones de euros por el traspaso y 20 millones por temporada para el jugador.

Europa sabe que se trata del talento futbolístico joven más prometedor y cualquiera que quiera construir un equipo ha soñado en fichar en algún momento a Neymar. Harto de los éxitos del equipo de Guardiola, primero fue Florentino quien le quiso, luego el City de Txiki, luego fue PSG quien pensó en él y le tiró los tejos a través de Thiago Silva y ahora es el United.

Por edad, carisma y calidad técnica le consideran el jugador ideal a fichar porque, a diferencia de Messi o de Cristiano Ronaldo, tiene un recorrido por delante de muchas temporadas. Es una inversión rentable, tanto a nivel deportivo como a nivel publicitario. Neymar es el futuro y, de momento, quiere aprender al lado de Messi para, un día, dar el salto definitivo y ser él la estrella única. Nunca ha discutido la jerarquía del argentino. Señal de inteligencia porque todavía le queda mucho camino en lo deportivo para estar cerca de su nivel. Y siendo coherentes, quizás tampoco podemos pretender que lo esté. Neymar tendrá virtudes suficientes para liderar a un equipo pero, seguro, no tantas como Leo.