LA MIRILLA

7.000 euros al mes dan una Liga

Albert Masnou

Salvo error o omisión, Carlos Megía Dávila percibe anualmente unos 7.000 euros al mes que le paga Florentino Pérez desde el septiembre de 2009, pocos meses después de ser escogido presidente del Real Madrid. Fue una de las primeras decisiones que tomó y ahora, tres años y medio después, le está empezando a sacar rentabilidad a la inversión.

Retirado en la anterior temporada por no superar las pruebas físicas de la temporada 09/10, el presidente blanco pronto le encontró cobijo y trabajo en el club del alma del árbitro para medrar en pasillos, en comités oscuros y para llevar a cabo un trabajo de desgaste que ahora se ve sus frutos. A Florentino Pérez esta Liga le va a costar 7.000 euros al mes.

Obviamente, el Madrid no admite la doble función del colegiado. Según las explicaciones oficiales, Megía Dávila ejerce de cicerone de los árbitros cuando acuden al Bernabéu. Les va a buscar al aeropuerto, les lleva al hotel... y lo que haga falta. Dicen que también pita algún entrenamiento del primer equipo cuando Mourinho lo solicita y que da explicaciones a los jugadores para explicarles el reglamentos (o los límites del mismo según se aprecian en los hechos jornada tras jornada).

El fichaje de Megía Dávila es único en el mundo del fútbol porque, hasta donde podemos llegar, no se tiene constancia de que un club se haga con un ex colegiado para ejercer de ejecutivo. Algunos, los que más se habían acercado, fue la de colocarles como delegados. Florentino Pérez ha dado un paso adelante y ahora le ha puesto un árbitro dependiente de Emilio Butragueño. Megía Dávila es la mano que mece en la cuna, el gran causante de que hoy la Liga no sea justa y que la competición se haya adulterado hasta límites muy graves.