Salva Maldonado: "El reto es ser un equipo sólido"

Es un técnico exigente y se marca metas ambiciosas, pero pide paciencia ante la realidad del club

Maite Antón

Se formó como entrenador en la Penya y ahora ha regresado para afrontar un reto tan atractivo como complejo como es el de recuperar el espíritu competitivo que se perdió la temporada pasada. Salva Maldonado es una garantía de trabajo y exigencia y se ha marcado unas metas ambiciosas, pero reconoce que no se debe perder de vista la realidad del club.

En un momento complicado como el que se vive en Badalona, ¿qué es lo que más le atrajo del proyecto verdinegro?

La oportunidad de volver a un club que conozco y en el que me formé. También el proyecto, con sus dificultades de trabajar con gente joven, y el superar este momento difícil que hay en la ACB en todos los niveles. Y hacerlo con mucha moral y energía, pensando que puedo aportar cosas al club.

¿Cuál es el estilo que quiere transmitir al FIATC Joventut?

Intentaré transmitir valores que van unidos no solo en el deporte sino también a la vida, es decir trabajar el esfuerzo para lograr objetivos, ayudar a crecer a los jóvenes rodeados de jugadores que sean buenos profesionales, con buena ética de trabajo y que sean buenas personas. Y dentro del juego buscar la simplicidad y la efectividad intentando sacar el máximo rendimiento. Para ser un buen equipo necesitas defensa y debemos intentar el reto de hacer un equipo sólido y trabajado.

¿Pero el equipo conservará su estilo tan `Made in Penya¿ de juego ofensivo alegre, rápido, etc?

Hay que ser ofensivamente capaces de anotar e intentar ser un equipo defensivo. En ataque intentaremos jugar lo más alegre posible y en defensa ser duros.

¿Qué virtudes y defectos destacaría de su plantilla actual?

Tenemos que trabajar mucho. Somos un equipo nuevo, tenemos muchos jugadores jóvenes que debemos seguir desarrollando, lo que supone una dificultad añadida, y lo más importante es recuperar a los lesionados para afrontar la integración y conocernos mejor como grupo. Estoy contento con el juego exterior y con el interior hay muchas dudas.

¿Qué objetivos se ha marcado?

He marcado unos objetivos que luego a lo mejor me recuerdan que no se pueden lograr. A mi llegada comenté como objetivos clasificarnos para la Copa del Rey y meternos en los play-off. Creo que son muy altos y más viendo el equipo ahora, y porque estamos trabajando más lento de lo que me gustaría. Para el primer objetivo partimos con desventaja, pero a 34 jornadas tenemos que seguir aspirando a lo que dije.

¿Siente que la exigencia en la Penya, pese a las limitaciones actuales, siempre es mayor?

La situación real es la que es y los equipos necesitan un periodo de formación. Una cosa es ser exigente y otra no ser realista. Tú has fichado a unos jugadores que tienen un nivel `x¿ y que le pagas por ese nivel, y si te dieran `x¿ +4 entonces estarían en el Panathinaikos o el CSKA y no con nosotros. En otros tiempos pudo ser así, pero ahora tenemos otra tipología de jugador y eso exige dosis de paciencia y tranquilidad

Tras 35 años entrenando, ¿cuál es la principal lección que ha aprendido?

El respeto es una palabra clave porque hay que tratar a la gente con la máxima honestidad posible. Intento que los jugadores la hagan suya, ninguno puede estar por encima del grupo, reconociendo que cada uno somos diferentes.