El Barça Lassa se rearma a costa del Real Madrid

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

El primer clásico de la temporada fue para el Barça Lassa. Los azulgrana dieron el golpe en la pista del Real Madrid -invicto en Liga hasta este domingo- en una demostración de carácter, sin desfallecer en ningún momento y sabiendo dar la estocada al final que es cuando más duele.

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LIGA ENDESA

80
84
Alineaciones
REAL MADRID
(19+26+16+19): Campazzo (6), Doncic (20), Causeur (8), Randolph (4) y Reyes (8) -cinco titular-, Carroll (7), Randle (2), Thompkins (7), Tavares (4), Fernández (10) y Taylor (4).
BARÇA LASSA
(18+27+16+23): Heurtel (6), Sanders (), Hanga (6), Moerman (19), Seraphin (15) -cinco inicial-, Ribas (9), Pressey (-), Oriola (3), Sanders (13), Koponen (-), Navarro (6) y Tomic (7).

Para este Barça ciclotímico fue un un baño de autoestima tras las dudas creadas por sus constantes vaivenes en el rendimiento, una constante en este tramo inicial de la temporada. Un triunfo logrado el día en que Juan Carlos Navarro se convirtió en el jugador que más clásicos ha disputado en la historia de la Liga (63).

Los jugadores de Sito Alonso tuvieron la virtud de no perder nunca la compostura, superar sus propios déficits, y dar siempre la cara ante un Madrid irregular que vivió de la calidad de un Doncic que fue de más a menos (20 puntos y 10 rebotes al final) y de la brega constante de Felipe Reyes (8 y 10). El equipo blanco, en el que debutó Walter Tavares, acabaría pagando su 7 de 23 triples. Y ya se sabe que al Real Madrid, cuando pierde la clarividencia desde más allá de los 6,75, se le acumulan los problemas.

El Barça pudo con todo pese a los problemas en la dirección. Heurtel estuvo fuera de onda durante muchos minutos aunque al final acabaría siendo providencial y Pressey apenas jugaría 34 segundos por lo que Ribas tuvo que dar un paso adelante. Pese a ese déficit, el colectivo de Sito Alonso siempre encontró referentes con un particular tridente: Seraphin, Moerman y Sanders (47 puntos entre los tres)...y al final el ya comentado Heurtel.

Fue un pulso vibrante, un intercambio de golpes en el que el Madrid empezó dominando de la mano de Doncic (19-12) pero que el Barça, con un esfuerzo colectivo, logró llevar a su terreno (55-61). Pero como nadie podía imponer su ley, el duelo quedó abocado a un desenlace ajustado. A 9" Heurtel colocó el 78-81, el Real Madrid perdió la posterior posesión -tras hacerse un lío en una jugada marcada por Pablo Laso- y Moerman recibió falta a 7 segundos para el final. El francés anotó sólo un tiro libre y en la jugada siguiente, Carroll acortó diferencias (80-82). La última bola sería para Heurtel que también recibió falta y no falló. Sus dos tiros libres finiquitaron el duelo.

Un triunfo trascendente básicamente a nivel mental. El Barça se demostró que puede ganar a cualquiera si tiene fe en sí mismo. Esperemos que esto sirva para remontar definitivamente el vuelo y lograr la estabilidad.