Laboral Kutxa, 103 - Barça, 94

El Barça no reacciona lejos del Palau

El conjunto de Xavi Pascual cayó en la pista del  Laboral Kutxa (103-94) en un encuentro donde los vitorianos pusieron más coraje y lucha y que el Barça no supo igualar. Un arbitraje sibilino tampoco ayudó al Barça que sigue descolocado lejos del Palau

Ramón Palomar

El FC Barcelona de Xavi Pascual sigue sin reaccionar lejos del Palau. La visita a la pista del Laboral Kutxa era una buena oportunidad para pasar página a la mala racha de resultados lejos de casa, cosechada en las últimas semanas, pero lejos de solventarlo con éxito, volvió a levantar dudas. No por la calidad de sus jugadores, que es indiscustible, sinó por la galta de intensidad que desplegan ante equipos inferiores técnicamente, pero que no dan tregua en cada balón. Y ahí, el Barça sufre, y mucho.

El duelo empezó como casi siempre para el Barça. El rival, mucho más metido en el partido, sacó las primeras diferencias, gracias a una defensa al límite y sin un Barça con capacidad de igualar esa intensidad local. Un 10-4 inicial daba la alternativa al Laboral Kutxa, aunque buenas acciones de Satoranky lograban dar renta al Barça (21-22). Pero no se podía bajar la guardia ni un instante y el Baskonia finalizaba el cuarto por delante (25-22).

En el segundo, los de Pascual volvieron a salir descolocados, faltos de intensidad y con muchos problemas en ataque, especialmente con un Huertas muy desacertado. La agresividad defensiva de los locales no se traducía en faltas, cosa que benefició al Baskonia, mientras el Barça y especialmente Tom)ic, era penalizado en esceso (3 faltas). Ese arreón local se tradujo en 10 puntos de ventaja al descanso (48-38)

En la reanudación, todo fue peor para los azulgrana. El baskonia debía mantener esa agresividad para seguir mandando con comodidad y no encontró oposición del Barça, incapar de situarse al mismo nivel. Hasta nueve pérdidas de balón y las diferencias crecieron para los locales. Llegaron a tener 13 puntos de ventaja (68-55) con un San Emeterio implacable (10 puntos en el cuarto) que presagiaban una derrota abultada. Pero salió el orgullo azulgrana en los minutos finales del cuarto, y gracias a un parcial de 0-8, el Barça seguía metido en el partido a falta de un cuarto (70-65), con un Lampe efectivo.

Pero en el último periodo no hubo milagro. Las diferencias nunca bajaron de esos cinco puntos y al contrario, el Laboral Kutxa, logró abrir hueco de nuevo (83-71) y a pesar de que los colegiados igualaron las faltas personales, ya era demasiado tarde. Abrines intentó liderar la remontada con un Satoransky mucho más efectivo que Huertas, pero no hubo tiempo. Derrota clara y sin paliativos y con 103 puntos para los locales que indica el pobre nivel defensivo blaugrana. La defensa, el gran sello de Pascual en el Barça, está siendo irreconocible cuando el equipo juega lejos del Palau. Algo a corregir de manera urgente.