Mucho han cambiado Ucrania y el fútbol ucraniano los últimos cuatro años. Ese país que acogía la Eurocopa de 2012 con ansias de modernidad y aires de renovación se ha visto sumido en una guerra cruel que también ha tenido su reflejo en el fútbol. Los bombardeos al estadio del Shakhtar en Donetsk, la reducción e interrupción durante varios meses de la Liga, la necesidad de jugar partidos en 'zonas seguras' han sido una constante desde que arrancó la guerra en Ucrania. A pesar de eso, la selección que dirige Mikhail Fomenko ha sabido salir adelante y, cuatro años después, repite cita continental después de acabar tercera en el grupo de España y Eslovaquia y superar a Eslovenia en la repesca.

Las opciones de Ucrania de superar grupo vendrán dadas por el estado en el que lleguen a Francia las dos grandes estrellas del equipo: Yarmolenko y Konoplyanka. Ellos están un paso por delante de otros buenos jugadores que hacen de Ucrania un bloque notable, pero que aún no puede aspirar al excelente ni llegar al nivel que prometían las buenas actuaciones de las categorías inferiores.