Grupo B
Su objetivo
Sin un icono como Arshavin, el espejo de Rusia siguen siendo las 'semis' alcanzadas en 2008 de la mano de Hiddink. El listón está muy alto pero tras el cambio de chip todo es posible
El seleccionador
Ídolo nacional. Recogió las cenizas de la 'era Capello' y apostó por un juego más vistoso que evitó la debacle en la fase de clasificación y ha devuelto a Rusia donde se merece.
La figura
La ausencia del talentoso Dzagoev y las dudas en ataque dejan a Rusia huérfana de un líder natural. La seguridad del contrastado meta del CSKA resultará clave para el destino de Rusia.
Palmarés
Porteros
Defensas
Centrocampistas
Delanteros
El 'tiqui-taca' que funde el hielo
Corría agosto de 2015 cuando la afición rusa ponía el grito en el cielo. Su selección navegaba a la deriva tras el cese de Fabio Capello y Leonid Slutsky, llamado a convertirse en héroe nacional, cogió entonces las riendas para evitar una debacle anunciada. Rusia era tercera de su grupo, muy lejos de la líder Austria, que acabaría invicta, y cuatro puntos por debajo de Suecia, a la que acabaría abocando a la repesca tras encadenar cuatro triunfos en el sprint final. Para obrar su 'milagro' Slutsky apostó por la vieja guardia con el veterano Ignashevich a la cabeza. Todo salió rodado. La mayor libertad de movimientos de Dzagoev -terrible baja para la Euro-, Kokorin y compañía se tradujo en un juego vistoso acompañado de buenos resultados. Una reacción que rearmó el orgullo de jugadores y afición ante una cita clave a la que llegan reforzados con la eclosión tardía de Smolov y la nacionalización de Neustadter. Ya sin un icono como Arshavin, el espejo de Rusia siguen siendo las 'semis' alcanzadas en 2008 de la mano de Hiddink. El listón está muy alto pero tras el cambio de chip todo es posible. Y con Dzyuba inspirado, aún más. .
11 IDEAL
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