Modric, Rakitic, Mandzukic, Kovacic... La selección de Croacia cuenta con un ramillete de jugadores top a los que se conoce sobradamente en el fútbol español. Esas individualidades infunden respeto, pero mayor es el que debería provocar por su bloque una selección que busca dar un paso más y ser protagonista en Francia. Seguramente, la actual Croacia no está a la altura de la que en 1996 se plantó en las semifinales del Mundial de Francia con los Prosinecki, Suker y compañía, pero desde el bajón inicial en la fase de clasificación para la Eurocopa de Francia que supuso el cese precipitado de Kovac, ha experimentado un cambio en positivo.

Bajo las órdenes de Ante Cacic, la selección arlequinada se ha mostrado más sólida y llegará al debut contra Turquía del día 12 con confianza en sus propias fuerzas y especialmente en un centro del campo que, con Modric, Rakitic y Kovacic, es, sin duda, uno de los más potentes de cuantos competirán en la gran cita francesa. Desde 1992, cuando se incorporó a la UEFA un año después de lograr la independencia, Croacia solo ha faltado a una Eurocopa, la de 2000 disputada en Bélgica y Holanda. En las otras realizó un buen papel, alcanzando los cuartos de final en su primera participación en Inglaterra 1996 y también en 2008 (Austria y Suiza), cuando la selección española de Luis Aragonés fue campeona.