Alemania sigue infundiendo pavor, aunque su camino a Francia no fue fácil. Sus titubeos, y cierto punto de relajación, estuvieron a punto de costarle caros en la fase de clasificación. Los germanos pasaron a la Eurocopa 2016 como líderes del grupo D, aunque les costó: hasta la última jornada, en la que ganaron por 2-1 a Georgia, no se aseguraron el billete.

Al frente desde hace una década, Joachim Löw cuenta con 14 de los jugadores que arrasaron hace dos años en Brasil, y otras 9 caras nuevas, obligado en parte por las lesiones de piezas clave como Gündogan y Reus y la retirada internacional de la 'vieja guardia' que integraban Lahm, Mertesacker, Kramer y Klose. Pero el equipo sigue siendo potente, empezando por la portería, con el siempre fiable Neuer bajo palos y Ter Stegen en la recámara. La defensa es quizá su punto más débil, sin un lateral diestro claro. Pero a cambio cuenta con una media y un ataque temibles, con Müller como referente insustituible.